Matanza en Villa Crespo: "No se debe dejar el tratamiento que dio el psiquiatra"

El reciente caso de la mamá que mató a su esposo y a sus dos hijos en Buenos Aires, reabrió el debate sobre la salud mental y sobre la importancia de que una persona que sufre un trastorno delirante o esquizofrenia, debe permanecer bajo tratamiento, porque cuando lo interrumpe "es cuando brotan convicciones delirantes y ponen en riesgo su vida y a las personas de su entorno".

Así lo interpretó el médico psiquiatra santiagueño, Dr. Gastón Noriega, quien sostuvo que predecir este tipo de hechos es muy difícil si la persona en este estado deja su medicación, porque "para la familia, convencerla de que dimensione el riesgo que tiene no hacer el tratamiento, es muy fácil, se pierde mucho tiempo, y la persona se vuelve cada vez más delirante, y llegar a tener una desconexión tan grande que la impulsa a realizar esta atrocidad que hemos visto".

Sobre cómo llega a este desenlace, Noriega comentó que "empiezan con una ocurrencia delirante y a partir de ahí van construyendo un relato donde, probablemente, ellos son perjudicados, y cuando lo presentan a las personas de confianza, si están en contra de su relato, le argumentan en contra o quiere corregir su pensamiento, dentro de su delirio, también está en su contra o en complot con los demás. Así, sostiene un pensamiento que es irreal, que en algunos casos, como en este, es peligroso".

"Siempre que una persona está con un trastorno delirante o esquizofrenia, tiene que hacer un tratamiento porque no se puede predecir qué es lo que puede estar pensando, porque a partir de ese pensamiento dirige su conducta. Es muy importante que la persona acceda al tratamiento", enfatizó.

Dijo que el tratamiento "nunca va a ser voluntario si la persona no está compensada psiquiátricamente, porque está en su realidad y no se la va a convencer, por la misma naturaleza del delirio, que es por definición irrebatible a la lógica, no se puede convencer a la persona que deje de delirar o de pensar de cierta forma, entonces, no queda otra que pedirle a la justicia que intervenga para obligarla a hacer el tratamiento, porque de otra forma la persona por sí misma no va a buscar tratamiento, sobre todo si tiene una idea mala respecto del mismo por los efectos".

"Y eso es muy difícil para la familia, mucho más si se trata de la madre", cerró.

Conductas a tener en cuenta

Sobre qué señales deben tener en cuenta los familiares, el doctor Noriega explicó:

"Se debe tener en cuenta todo cambio en la conducta, en la forma de ser de la persona, comportamientos extraños, o cuando hablan cosas que no tienen sentido. Es muy importante tratar de entender a la persona, pero si dice cosas que no tienen sentido, es muy importante llegar a un tratamiento lo antes posible, y una vez que está en tratamiento, tratar de supervisarlo, porque cuando la persona está con un brote psicótico y deja la medicación, ahí es cuando brotan esas convicciones delirantes y ponen en riesgo su vida y la de las personas de su entorno".