El sector de indumentaria ajusta márgenes y acelera promociones ante un escenario de caída de las ventas de producción nacional.
Caída del consumo: las marcas de ropa ajustan precios y adelantan liquidaciones Caída del consumo: las marcas de ropa ajustan precios y adelantan liquidaciones
La combinación de apertura comercial, aumento de importaciones y fuerte contracción del consumo interno está empujando a las principales marcas de indumentaria del país a adoptar estrategias defensivas. Con el mercado en retroceso, el sector recurre a una batería de medidas: reducción de precios, promociones agresivas y liquidaciones anticipadas para sostener las ventas.
Según un informe reciente de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), entre enero y abril de 2025 las importaciones del rubro crecieron un 83% en dólares y un 121% en volumen. El precio promedio por prenda importada cayó un 17% en comparación con el mismo período de 2024. Esta presión externa obligó a los fabricantes locales a ajustar sus precios para no perder participación de mercado, afectando sus márgenes de rentabilidad.
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Frente a este panorama, algunas marcas decidieron bajar directamente sus precios de lista entre un 10% y un 40%, como lo hicieron Etiqueta Negra, Gola y Equus. "Nos adecuamos a la nueva normativa arancelaria y se lo trasladamos al consumidor", explicó Federico Álvarez Castillo, dueño de las tres marcas, en referencia a la reciente reducción de aranceles a la importación: del 35% al 20% para indumentaria, del 26% al 18% en tejidos, y del 18% a entre 12% y 16% en hilados.
Otras empresas venían anticipando este escenario desde 2024. Es el caso del Grupo Altatex (Cheeky, Como Quieras, Awada), que inició una estrategia de ajuste de precios y promociones sostenidas desde el verano. Fuentes de la compañía señalaron que buscaron equilibrar el costo argentino sin depender completamente del producto importado, para no afectar el empleo local.
"Redujimos márgenes y rentabilidad. Si importáramos el 90%, bajarían más los costos, pero eso destruiría trabajo en nuestras fábricas", explicaron. Altatex también modificó su estructura de precios, ajustó gastos internos y mantuvo activas ofertas como 2x1 o 3x2 para sostener el interés del consumidor, quien responde más a promociones que a rebajas directas.
Las ventas en abril y mayo cayeron respecto al año anterior y el Hot Sale de este año arrojó un 30% menos de ventas frente a 2024. En ese contexto, marcas como Grisino y Mimo ya implementan liquidaciones con descuentos de hasta el 50%, mientras que el Grupo Mazalosa (Portsaid, System Basic, Desiderata) también aplica una política de precios competitiva desde hace dos temporadas.
"Venimos trabajando precio sobre precio, sin depender exclusivamente de promociones puntuales", explicó Álvaro Pérez Esquivel, representante de Mazalosa. La compañía revisó su estructura de costos, acortó tiempos de producción y diversificó proveedores, con el foco puesto en la fidelización de clientas y el uso de cuotas para estimular la demanda.
En contraste, Tarco S.A. (Billabong y Element) decidió mantener precios estables sin aplicar grandes rebajas. Su titular, Roly Tarrab, indicó que sus precios están alineados con los valores internacionales, por lo que optaron por abrir nuevos locales en lugar de entrar en la guerra de promociones. "Vamos a tener los mismos precios este verano que el anterior, y eso ya es un esfuerzo", aseguró.
Tarrab también reclamó reformas estructurales para mejorar la competitividad: "Nuestra fábrica en Catamarca sufre el impacto de la carga tributaria y laboral. Necesitamos una reforma que haga viable el trabajo formal".
Desde otras firmas del sector coinciden en que el mes de mayo fue especialmente crítico: "El mercado se frenó por completo. Las promociones y las 12 cuotas van a continuar porque muchas marcas necesitan liquidez urgente para cubrir costos de la próxima temporada", señalaron fuentes del rubro. En ese sentido, remarcan que las liquidaciones actuales buscan garantizar el capital de trabajo necesario para producir o importar la próxima colección.
El impacto externo: importaciones en alza, exportaciones en baja
El nuevo escenario de comercio exterior muestra un cambio estructural. Durante el primer cuatrimestre del año, Argentina importó prendas por USD 224 millones, un salto del 171% solo en abril. China representó el 57% del volumen total y sus productos se vendieron a un precio promedio de USD 13 por unidad, muy inferior al de otros orígenes.
Los productos más importados fueron abrigos, sweaters y pantalones, con subas superiores al 70% en valor y más del 90% en volumen. En segmentos como remeras o ropa interior femenina, los precios bajaron hasta 48%, aumentando aún más la presión sobre las marcas locales.
En contrapartida, las exportaciones de indumentaria cayeron un 18% en dólares y un 21% en volumen, limitando las posibilidades de desahogo externo. El precio promedio por prenda exportada fue de USD 32,3, apenas un 3,8% más que el año pasado.
