Euge Ruiz genuina: Ulises es un falso y beso para Patricia Sosa

Eugenia Ruiz, la carismática santiagueña ex participante de Gran Hermano, salió de la casa más famosa del país con el cariño del público, pocos haters y muchos proyectos en carpeta. En una charla exclusiva con El Liberal, contó cómo vive esta nueva etapa de exposición, su deseo de actuar y su desembarco como panelista en la nueva temporada de Gran Hermano Generación Dorada.

"Estoy chocha. Salí y al toque Santi del Moro me ofreció trabajo. Imaginate, salir y ya tener laburo como panelista, que es mi segunda vocación, es una locura hermosa", dijo entusiasmada la santiagueña que se hizo popular en Instagram y TikTok por sus videos de "chismetología".

Con una sinceridad que fue su sello dentro del juego, Euge no esconde su gran pasión. "Quiero actuar. Voy a hacer todo lo posible por buscar mi caminito actoral. Pero también me encanta opinar, me divierte. Sentarme a hablar boludeces es mi especialidad", lanzó entre risas, en la charla con la periodista Paula Rivero, vía Meet.

"Jugaba siendo yo"

Durante los más de cuatro meses de encierro, Eugenia se destacó por su humor sagaz y su estilo frontal, sin estrategia clara: "Mi juego fue ser yo. Me aferré a eso. No tenía plan, no sabía a quién votar al principio. Siempre fui así, sin filtro, pero auténtica. Y parece que a la gente le gustó".

Esa autenticidad fue clave para construir una comunidad que la sigue bancando fuera de la casa. Asegura que vive la fama con sorpresa y gratitud: "Salí a la calle y me reconocía todo el mundo. Me pedían fotos … Y muchos niños, que era mi miedo, porque pensaba que no me querían. Pero el promedio de cariño es altísimo".

Madre antes que todo

Uno de los momentos más sensibles de su paso por el reality fue la distancia con su hijo, Felipe. "Jamás lo había dejado antes. Ni para irme un fin de semana a Las Termas. Y de repente, cuatro meses y medio sin verlo. Fue durísimo. Yo lo bloqueaba, no pensaba, porque si pensaba lloraba, y era todo un bardo. Al final ya no aguantaba más, me quería ir".

Pese a todo, Euge valora el crecimiento personal que experimentó: "He aprendido a calmarme, aunque no se note. A adaptarme. Descubrí que soy mucho más fuerte de lo que pensaba".

Orgullo del interior

Como única santiagueña del certamen, Euge siente que su identidad jugó a favor. "La gente ama mi tonada. Y no es impostada. A mí no se me fue nunca, y eso que he vivido en Córdoba mil años. La tonada no se te va, se te va si vos la impostas y te quieres hacer el porteño o te vas a España y te quieres hacer el madrileño, pero la tonada no se te va si vos no quieres. Yo, feliz y orgullosa de ser santiagueña, imagínate, o sea, amo mi tonada, la mejor tonada del país".

Lo que viene

Su presente como panelista está en marcha, pero no piensa abandonar su meta principal: actuar. "Puedo hacer las dos cosas. Ser panelista de GH y actuar. No sé si volvería ahora con los videos de chismes, estoy muy enfocada en mí. No me interesa ver ni a Wanda, ni a la China, nada de lo que hacen. Como que no me está interesando ahora todo eso. Estoy muy metida en lo mío. Pero si después me pinta, lo haré. Todo puede pasar".

La nueva vida de Euge ya comenzó.

"Un besote"

"Estoy feliz de estar con EL LIBERAL, que me ha acompañado antes de todo este proceso GHístico, así que estoy muy agradecida. Mi mamá me ha guardado todos los diarios del impreso, así que cuando tenga tiempo lo veré", dijo Eugenia Ruiz. Y fiel a su estilo, la santiagueña no esquiva temas polémicos. Sobre Ulises Apóstolo, uno de sus excompañeros, fue contundente: "Sí, es falso y mentiroso. Igual lo quiero, pero espero sus disculpas. Me ha usado para su juego con la 'eugebria' y no me ha gustado. Pero, bueno, ya está".

También le respondió a Patricia Sosa, quien la criticó públicamente: "Patricia Sosa, te mando un besote. Anda, colgate de otra. No me molestes a mí". La cantante había señalado su falta de empatía -siendo médica- ante un dolor de la "Tana" y la dieta de Tato, el ganador.