Se trata de Claudio Nolberto Cisneros, con operaciones en Orán y Tartagal. Uno de los adictos "catadores" consumió cocaína bañada en gasoil.
Narco santiagueño usaba adictos como "catadores" de cocaína: uno de ellos, al borde de la muerte Narco santiagueño usaba adictos como "catadores" de cocaína: uno de ellos, al borde de la muerte
Un narco santiagueño fue sorprendido con 3 kilogramos de cocaína, valuada en $ 30.000.000, y la hipótesis fiscal, que confirman las pruebas reunidas, es que sus proveedores eran salteños. Pero lo insólito de este caso, salió a la luz este jueves 10 de julio cuando se supo que usaba jóvenes adictos como "catadores" de su "merca", uno de los cuales estuvo en grave riesgo de perder la vida al consumir cocaína contaminada con gasoil.
Allí se rigen los detalles finos, escabrosos, del proceso a cargo de la fiscal Flavia Loreley Torres. El principal acusado es Claudio Nolberto Cisneros, 41, alias "Zurdo", a quien asiste la abogada Nuria Kippes y Luis Sebastián Barraza. Le sigue "Sartén" o "Turco", representado por la defensa oficial. Hay un tercer imputado apodado "Jona".

Cisneros cayó en redadas ejecutadas el 29 de mayo en los Bº Sarmiento y Río Dulce. Los policías de la provincia hallaron en una vivienda deshabitada 3 kilogramos de cocaína, más de $ 1.500.000 y restos de droga diseminados por las habitaciones.
El jefe narco dijo que el inmueble deshabitado está frente de su morada, que la dueña había fallecido y que el posible propietario de esos 3 kilos, era el cuidador. Sin embargo, el proceso habría establecido que el dueño genuino sería el "Zurdo", conocido ante la sociedad como un albañil domiciliado en calle Pedro León Gallo.
Tras la investigación surgió que administraba varias billeteras virtuales con transferencias de hasta $ 800.000 con receptores en Orán y Tartagal, Salta. Siempre de acuerdo con la causa, "Zurdo" conducía una 4 x 4; residía en una casa de alto confort y refrescaba sus veranos en una amplia pileta.
En audiencia, la Fiscalía le cayó con todo ayer. Kippes (foto) indicó que su cliente era ajeno a la droga, pero la primera contragolpeó, convencida en que la casa deshabitada era ideal para el acopio de cocaína, ya que en la suya convivía con esposa y tres hijos.

Torres y Natalia Saavedra destacaron que sobre los detenidos pesan cargos por "tenencia de estupefacientes con fines de comercialización".
No es todo. La tecnología también borró roda sonrisa al individuo, al desnudar conexiones con sujetos de bajo mundo y, en especial, el secuestro de un arsenal de celulares, balanzas de precisión y otros elementos.
En tanto, a "Sartén" la fiscal enrostró ser el "edecán" del albañil; ser dueño de una pequeña porción de cocaína y más de $ 14.000.
Finalmente, tras una áspera batalla por la libertad o el encierro del dúo, la jueza de Control y Garantías, Roxana Menini (foto), refrendó sendas preventivas. El punto que sorprendió a todos es el uso de adictos para probar la calidad de la cocaína que vendía, en total desprecio de la vida y consecuencias en el organismo.

El momento en que un joven adicto estuvo a punto de morir
El joven adicto que estuvo al borde de la muerte declaró que a fines de mayo "apareció el Zurdo" en su camioneta de color negro. Le habría dicho, "vamos allá que necesito me lo pruebes algo". Era uno de los tantos "catadores" de cocaína que "Zurdo" tenía para afinar la calidad de su droga.
Arribaron a una casa deshabitada, contigua a la familiar del "Zurdo". Ingresaron a una habitación. "Sobre la mesa se encontraban tres ladrillos de cocaína secándose con estufas y un caloventor. Él juntó el sobrante de la cocaína que había al costado del ladrillo y me la pone en la palma de la mano", precisó.

"Yo, la pongo en una cuchara y la empiezo a cocinar hasta hacerse algo similar a un terrón para pipiar. La empiezo a fumar. Me di cuenta que tenía olor a gasoil y me comienzo a descomponer", ahondó el testigo.
En medio del momento de gran tensión, el "Zurdo" le dio caramelos para reanimarlo. Dos horas después, el adicto se recuperó y el "Zurdo" cortó otro pedazo de cocaína y se lo dio de nuevo para que probara. "Me volví a descomponer, al verme mal, me corrió de la casa y fui a la mía en muy mal estado "

Profundizó: "El 'Zurdo' se queda en su propiedad junto con otro masculino. No lo conozco, pero creo que se domicilia en este barrio", indicó. El adicto recordó que mientras se descomponía, el amigo del sujeto le dijo que de dos ladrillos compactos habían estirado a tres.
Subrayó el testigo que la sustancia que debía probar "tenía olor a gasoil porque se le había pinchado en el traslado del camión cisterna".
El adicto también manifestó que tras declarar, los familiares y allegados "de la mujer del Zurdo" lo amenazaron. Explicó que hubo varios emisarios "diciéndome que me van a meter balas, que me matarán si abría la boca", sintetizó. "Yo tengo miedo que me pase algo. Necesito medidas de protección para mí y mi familia", enfatizó a las autoridades fiscales.








