Los goles del Cuervo lo marcaron Alexis Cuello y Juan Camilo Portilla (en contra), mientras que para la T convirtió Luis Sequeira.
San Lorenzo amargó el debut de Tevez en Talleres San Lorenzo amargó el debut de Tevez en Talleres
San Lorenzo derrotó 2-1 a Talleres y amargó el estreno de Carlos Tevez en la T, una agónica victoria con goles de Alexis Cuello y Juan Camilo Portilla (en contra) mientras que Luis Sequeira descontó para el dueño de casa.
San Lorenzo arrancó arriba casi desde los vestuarios. A los tres minutos, Cerutti filtró una pelota que, tras un mal cierre de Rodríguez, terminó en Cuello. El delantero la picó bárbaro ante la salida de Herrera y en la primera del partido puso en ventaja al Ciclón. En ese primer tiempo, a Talleres no le sirvió juntar prácticamente a tres enganches. Con Reynoso, Botta y Sequeira le costó recuperar la pelota y cuando la tuvo no lastimó. No hubo fluidez, mucho menos el fútbol total que se pudiera esperar de esos tres jugadores.
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Pintaba que el descanso se iría con el 0-1 de la visita, pero en tiempo agregado asomó la mejor jugada de la noche del local. Botta descargó para Sequeira y un zurdazo acompañado de una floja reacción de Gil le dio el empate al equipo de Carlitos.
En el segundo tiempo, el equipo de Tevez intentó rápido cambiar la fisonomía de su equipo. Afuera la pausa de Botta y más tarde la de Reynoso y Sequeira. Talleres pasó a acompañar a Girotti con la velocidad de Angulo y Busto, más definidor que creador. Bueno en la teoría, pero fracaso en la práctica porque la T mantuvo los mismos problemas. Quizá fueron potenciados porque casi siempre se jugó a lo que quiso San Lorenzo.
Mejor parado en la cancha y con jugadores más físicos, se pegó y bastante. Con un árbitro que dejó pegar demasiado y no vio algunas faltas insólitas, el juego se hizo muy cortado y la división de puntos ya asomaba en el horizonte de la noche cordobesa.
Sin embargo, apenas pasaditos los 40' llegó el triunfo de San Lorenzo. Un centro que Gastón Hernández no llegó a conectar sí lo hizo en Portilla. Para ese entonces ya llovía. Y cuando el volante de Talleres se llevó puesta la pelota, el pique le dio más velocidad y se terminó metiendo junto a un palo. Nada que hacer para Herrar. Ahí mismo comenzaron los cantos y el repudio por el presente de la T, que evidentemente jugará sin margen de error todo el semestre.








