El momento más emotivo llegó minutos antes del inicio del partido. Di María lideró la salida del equipo al campo de juego acompañado por sus hijas
A pura ovación y emoción: el regreso soñado de Di María al Gigante de Arroyito A pura ovación y emoción: el regreso soñado de Di María al Gigante de Arroyito
Ángel Di María volvió a ponerse la camiseta de Rosario Central y el Gigante de Arroyito vivió una noche cargada de emoción, lágrimas y orgullo. En el empate parcial sin goles ante Godoy Cruz, el regreso del Fideo fue el gran protagonista: después de casi dos décadas, el ídolo rosarino cumplió su promesa y volvió a su casa.
El retorno de Di María no es un caso aislado. En medio del fenómeno de regresos de campeones del mundo con la Selección Argentina al fútbol local como el de Messi en Inter Miami o el de Otamendi en River, el del Fideo tiene un peso simbólico y emocional especial: volvió al club que lo formó, al que siempre llevó en el corazón, y que ahora lo recibe como un verdadero héroe, detalla el portal de TyCSports.
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EL VIDEO:
Desde las primeras luces de la noche se notaba que sería una jornada especial. Di María fue el primero en salir al campo para la entrada en calor y apenas pisó el césped del Gigante, una ovación unánime bajó de las tribunas. Conmovido, no pudo contener las lágrimas. No fue solo el reencuentro con el césped: fue el reencuentro con una historia que parecía escrita con destino de retorno.
El momento más emotivo llegó minutos antes del inicio del partido. Di María lideró la salida del equipo al campo de juego acompañado por sus hijas, en una imagen que quedará grabada en la memoria de los hinchas. Una vez en el centro del campo, el estadio proyectó un emotivo video homenaje que repasó su carrera y su vínculo con Central. Otra vez, el corazón de Fideo habló más fuerte que las palabras.
Más allá del resultado en lo deportivo, lo que vivió Rosario Central este sábado por la noche fue una verdadera fiesta popular, marcada por el amor, la memoria y el sentido de pertenencia. Di María volvió a su casa. Y su gente le respondió como él se merecía: con el alma.








