Conmovedora experiencia de estudiantes secundarios que caminaron a Mama Antula

Estudiantes y docentes de las escuelas San Roque de El Zanjón, Pío XII y Nuestra Señora de Fátima de la Capital, y María Antonia de La Paz Figueroa de Nueva Francia, le dieron vida ayer a una peregrinación al Santuario de Mama Antula en Villa Silípica, en la que se vivieron momentos emotivos y de alta espiritualidad.

La peregrinación fue movida por el lema del Año Jubilar al que convocó el papa Francisco el año pasado, "Peregrinos de la Esperanza", partió desde la escuela del paraje Simbol y los jóvenes junto a sus docentes caminaron 10 kilómetros hasta Villa Silípica, en una jornada a pleno sol. Una vez en el santuario, el sacerdote Mario Ramón Tenti celebró la santa misa, se compartió un almuerzo y luego hubo momentos de reflexión.

Los directivos de los establecimientos calificaron la experiencia como "muy movilizante".

"La experiencia fue movilizada por la convocatoria de nuestro querido papa Francisco desde el Jubileo, invitándonos a ser 'Peregrinos de la Esperanza'. Somos colegios de la zona sur, y generalmente hacemos una caminata al santuario de San Esteban, pero este año hemos decidido trasladarla, también para conmemorar y honrar a nuestra Santa Mama Antula, así que hemos ido preparándonos junto a los profesores y a los alumnos en el transcurso de esta primera etapa, y como cierre de este cuatrimestre, hemos organizado esta peregrinación", contó Silvia Bernal, rectora del Colegio Nuestra Señora de Fátima, que caminó con 160 alumnos, "muy movilizados y contentos".Pablo Vargas, del Instituto Pío XII, dijo que fue "una hermosa experiencia", en el marco del año jubilar, "donde la iglesia nos invita a peregrinar hacia una puerta santa".

"Decíamos que era oportuno sumarnos como instituciones hermanas que somos de la SAED, y alcanzar estas gracias, estas indulgencias que la Iglesia ofrece al peregrinar una puerta santa", dijo el docente.

Sobre cómo tomaron los estudiantes esta iniciativa, María Alejandra Cianferoni, rectora del Instituto San Roque de El Zanjón, contó que "en un principio ha sido una propuesta interinstitucional, pensando en un proyecto meramente formal, y a medida que pasaron los días, hubo una gran apropiación de ese proyecto, pensando en vivir en fe, en caminar juntos, compartir y encontrarse con otros jóvenes de distintos contextos, seguramente con mochilas cargadas de emociones, sentimientos y dolores también, y pensando encontrar en la fe un gran alivio para tantas situaciones difíciles".

"Es importante darles a los jóvenes un espacio de espiritualidad para que puedan vivir un encuentro personal"

Una vez finalizada la jornada de ayer en Villa Silípica, el motivador de la misma, el padre Mario Ramón Tenti, rescató "la alegría y el gozo con el que han vivido los chicos la peregrinación en todo momento acompañando con los cantos y oraciones".

"En la celebración de la misa, con el cansancio y el calor que soportaron durante la caminata, han vivido un clima de recogimiento, y esto me hace pensar en la importancia que tiene darles a los jóvenes un espacio de espiritualidad, un espacio simple como una peregrinación para que puedan vivir un encuentro personal y comunitario con Dios", reflexionó el sacerdote.

Espacio

Acentuó que "muchas veces se habla que a los jóvenes muy poco les interesa el camino de la fe o la espiritualidad, y en esta peregrinación, como en otros eventos, siempre queda expresado que cuando la Iglesia Católica, o la religión que sea, les ofrece a los chicos una oportunidad de encontrarse con Dios, responden con esta actitud de disponibilidad, de alegría, de gozo".

"Fue una bendición muy grande para las escuelas que han participado, y sobre todo, es una bendición ver cómo la devoción de Mama Antula va creciendo cada vez más entre el pueblo de Santiago y de muchos otros pueblos del país", concluyó el padre "Monchi".