Vuelven los visitantes: el fútbol argentino se prepara para una nueva etapa

Un un anuncio que marca un antes y un después en la organización de los torneos de la Liga Profesional, el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio "Chiqui" Tapia, confirmó este mediodía el regreso del público visitante a los estadios de la Primera División. La medida, que generó gran repercusión, comenzará a implementarse de forma gradual, bajo la condición de que cada club local esté de acuerdo en habilitar un cupo para la parcialidad rival.

La primera prueba piloto será el próximo fin de semana en el estadio de Lanús, donde se permitirá el ingreso de 7.000 hinchas de Rosario Central. El equipo rosarino visitará al "Granate" en el marco de una nueva fecha de la Liga Profesional, en lo que se espera sea un operativo controlado y monitoreado de cerca por las autoridades de seguridad.

Tapia sostuvo que "el fútbol argentino necesita volver a vivir con ambas hinchadas" y destacó que "los clubes que estén en condiciones de recibir público visitante, podrán hacerlo en coordinación con las autoridades locales". La decisión fue tomada luego de reuniones entre la AFA, el Ministerio de Seguridad y representantes de los clubes.

Sin embargo, el regreso de los visitantes no será igual para todos. Clubes como Boca y River ya manifestaron su intención de llevar hinchas a otros estadios, pero dejaron en claro que no están dispuestos a abrir las puertas de sus propios recintos para recibir público rival, al menos por ahora. Esto desató cierta polémica entre dirigentes y fanáticos, quienes exigen reglas claras y equitativas.

El retorno del público visitante es una demanda histórica de los hinchas, que desde hace más de una década vieron limitado su derecho a acompañar a sus equipos por cuestiones de seguridad. Si bien en los últimos años hubo excepciones puntuales en el Interior del país, esta será la primera vez que se habilita de manera sistematizada en la máxima categoría.

El éxito o el fracaso de esta experiencia dependerá en gran medida del comportamiento de las parcialidades, la coordinación entre los clubes y la eficacia de los operativos de seguridad. Mientras tanto, los fanáticos ya comienzan a ilusionarse con volver a alentar a sus equipos en condición de visitante, una postal que el fútbol argentino parecía haber perdido.