María, la mamá del niño que hoy tiene 7 años, cuenta cómo es la vida del pequeño y cuánto cambió desde aquel 2022 cuando llenos de ilusión viajaron a Buenos Aires, al Hospital de Niños en busca de una mejor calidad de vida.
APOYO. Junto a sus hermanos vive colmada de amor.
ESTEBAN. El pequeño, que cumplirá años el próximo mes visita el Garrahan cada 4 meses, solo por control.
En medio de la desesperación, el Hospital Garrahan se convirtió en refugio de esperanza En medio de la desesperación, el Hospital Garrahan se convirtió en refugio de esperanza
Un diagnóstico duro. Una familia desesperada. Todo vaticinaba una cruel lucha, con pocas esperanzas. Sin embargo, la confianza y la fe puestas en su Dios impulsaban a no bajar los brazos. Decaer no era opción. En el camino de quienes obran con el bien, siempre aparecen seres especiales que si no cambian el destino, al menos lo facilitan.
Esteban Mateo Ruiz nació con una encefalopatía crónica no evolutiva, y tras un largo peregrinar por hospitales y médicos, hace unos años encontró en el Hospital Garrahan, la esperanza de mejorar su calidad de vida. Y no lo dudaron. María, su mamá, cuenta que apenas tuvo la oportunidad de trasladarse a Buenos Aires, lo hizo, y considera hoy que fue la mejor decisión tomada en familia.
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"Mi Dios nos dio una nueva oportunidad de vida. Esteban nació muy grave, con hipoxia perinatal. Le daban 48 horas de vida; recuerdo que su piel era negra por la falta de oxígeno que tenía. Oramos mucho por él. Dios nos lo devolvió de la muerte. Estoy convencida de que mi hijo es un milagro. A raíz de todo eso, Esteban tuvo, en su vida, 40 internaciones. Desde que nos fuimos al Hospital Garrahan todo cambió. Tanto nos ayudaron que no se volvió a internar más. Lo tratamos desde la casa", explica María Fuentes, una madre que mucho sabe del dolor, la incertidumbre, pero también de que la asistencia integral y genuina existe.
"En absolutamente todo me ayudan ellos, los profesionales del Garrahan y del Cepsi. Me tomé de la mano del Garrahan y el Cepsi, y me garantizan sus cuidados las 24 horas, los siete días de la semana", resalta.
La lucha es permanente. Sin embargo, saben que no están solos. Por ello el agradecimiento no tiene límites y a los malos tragos se los recuerda con entereza, por el simple hecho de ver hoy a Esteban, con sus dificultades, pero disfrutando de su familia.
"Una intervención para la infiltración de toxina botulinica le cambió el hábito de vida, disminuyó demasiado sus problemas respiratorios. Todo el procedimiento se realizó en el Garrahan. Detrás de mi hijo estamos nosotros, que con mucho esfuerzo y sacrificio tanto de fuerza de voluntad y económico, podemos hacer posible su asistencia en Buenos Aires. Él va a cumplir 7 años el 23 de agosto, pero desde enero del 2022 que encontramos la contención que necesitábamos en ellos", manifiesta.
Hoy todo es distinto en la vida de Esteban. Claro que su condición lo obliga a viajar varias veces a Buenos Aires, pero solo por controles.
"Tiene traqueostomía y botón gástrico, y debemos concurrir cada 4 meses al Garrahan por prácticas de toxina botulínica, Botox en sus glándulas salivales", detalla María.
"El trato de los médicos siempre es excelente"
María Fuentes destaca, en todo momento, su agradecimiento para con el equipo médico del Hospital Garrahan. Resalta el apoyo, la contención recibida cada vez que su niño debe someterse a una interconsulta en el centro asistencial.
"Desde el ingreso de Esteban, el equipo de seguridad siempre nos brindó un gran trato, nos guiaron en todo lo que necesitamos. El trato de los médicos siempre es excelente, siempre ayudándonos y guiándonos, y explicando todo lo que necesitamos saber. Los médicos de guardia lo mismo, siempre antes de dar diagnósticos ellos se juntan entre varios médicos y se ayudan entre sí. Tienen mucha dedicación, interés por los pacientes, educados, mucha humildad", resaltó finalmente la mamá del pequeño.
