El 6 de julio se cayó en su casa. Su familia lo socorrió a tiempo y hoy el "Suri" sigue dando batalla y seguro "ganará este partido".
Walter Jiménez: "Me pasó algo que no esperaba, gracias a Dios volví a vivir" Walter Jiménez: "Me pasó algo que no esperaba, gracias a Dios volví a vivir"
Santiago del Estero es una cuna inagotable de talentos. A lo largo de la historia, nuestra provincia siempre cosechó jugadores de alta jerarquía. Pero si hay uno al que nadie pone en tela de juicio de que fue un crack con todas las letras, por la calidad que mostraba en su juego, ese es Walter Jiménez.
El "Suri", surgido en Agua y Energía de La Banda, brilló en Central Córdoba en la década del 80, con el que logró el ascenso al viejo Nacional B, tras aquella recordada definición ante Mitre. Sus grandes actuaciones le valieron ser transferido a Atlético Tucumán, donde jugó hasta mediados de los 90. En el "Decano" dejó una huella imborrable y es considerado uno de los grandes ídolos del club.
También te puede interesar:
Tras frustradas transferencias a Platense y al fútbol mexicano, los últimos años de la carrera de Jiménez lo encontraron en Unión Santiago, donde fue un jugador clave en aquel equipo que jugó el Torneo Federal A.
A pesar de que ya está retirado hace varios años, hoy Walter está jugando el partido más importante de su vida. Es que justamente su vida estuvo en juego, pero con temple y mucha fortaleza logró remontar un resultado adverso. Hoy la sigue peleando, a poco más de un mes de haber sufrido un accidente cerebro vascular y un infarto cerebral que prácticamente le paralizó todo el cuerpo.
Estuvo internado cinco días en terapia intensiva. Pasó otros tres en una sala común hasta que le dieron el alta médica. Casi no tenía movilidad en su cuerpo, pero eso no lo hizo aflojar. Al contrario, Walter mostró ese carácter y temperamento que mostraba en una cancha. Y apoyado en el amor y contención de su familia, comenzó un largo proceso de rehabilitación.
Jiménez hace kinesiología tres veces a la semana y ya recuperó gran parte de la movilidad. Puede mover los brazos y sus piernas, además de expresarse con claridad. Aún no camina (sigue en silla de ruedas desde el ACV) pero el viernes pasado logró ponerse de pie. Un luchador que no baja los brazos y, como siempre, piensa en el arco rival para ganar este partido.
Testimonio
Walter recibió ayer a EL LIBERAL, le abrió las puertas de su casa y su gigantesco corazón. Y se animó a contar el duro momento que pasó aquel domingo 6 de julio, cuando cayó en el piso del living de su casa y no podía levantarse, hasta que su mujer y su hijo pudieron socorrerlo.
"Gracias a Dios, he vuelto a vivir", su primera frase impacta. Y lo emociona en lo más profundo de su ser, a tal punto que se quiebra y los ojos se le humedecen. Pero él respira hondo, traga saliva y sigue con su relato: "Me ha pasado algo que no esperaba, pero gracias a Dios que me ayudaron mi mujer y mis hijos".
Otra vez la pausa obligada por la emoción a flor de piel. Carmen, su mujer y compañera de toda la vida, lo tranquiliza. Walter se seca las lágrimas y sigue. "Es algo muy duro lo que me ha pasado, ¿viste?. Ojalá que no le pase a nadie. Pero aquí estamos, en la lucha. Les agradezco mucho a los médicos del sanatorio Jozami", suelta con la voz entrecortada nuevamente.
"El domingo 6 de julio me ha pasado esto. Yo me acuerdo que el día anterior me dolió mucho la nuca y la cabeza", cuenta Walter. Ese sábado anterior al episodio que sufrió, había ido a jugar al fútbol amateur como lo hizo desde que se retiró de la actividad profesional. La categoría 55 de Sivipse es su actual equipo. Ahí jugó ese sábado 5 de julio. Pero al regresar no se sentía bien y se lo comentó a su hija Sabrina, quien le controló la presión y tenía valores normales.
"Ese domingo a la mañana yo estaba por ir a Santiago y me ha dado mucho sueño. Me caí aquí en la casa, no llegué a perder el conocimiento, pero no podía levantarme. Gracias a Dios, se levantó mi mujer, llamó a mi sobrino y pudieron levantarme y me llevaron al sanatorio".
Carmen aportó su parte del relato: "Le agarró un ACV y además tenía trancada una válvula en la cabeza. Él siempre llevó una vida normal, todos los sábados iba a jugar a la pelota. Ese domingo se levantó temprano para ir a ver a una prima que estaba grave. Yo pensé que ya se había ido, pero lo encontré tirado en el piso. Por suerte pudo venir mi sobrino rápido y lo llevamos en el auto a tiempo".
El "Suri" es consciente de que su recuperación será larga y necesita mucha paciencia. Pero también se da cuenta de todo lo que ha progresado con la ayuda de "Nico", su kinesiólogo, al que cariñosamente llama el "pendejo".
"El pendejo, Nico, es un chico que me explica cada cosa que vamos a hacer. Yo también le pregunto y veo el progreso que estoy logrando. Pero me explica todo. Me dice qué hay cosas que puedo hacer y otras que todavía no puedo hacer. Entonces me dice vamos a hacer esto o lo otro, pero de a poco. El pendejo siempre me dice que vaya de a poco y que tenga paciencia. Pero vamos progresando", contó entusiasmado.
Por último, Walter agradeció de corazón a sus compañeros de Vialidad, que permanentemente están para lo que necesite. "Hace 15 años que trabajo en Vialidad, en la repartición estoy hace 35, ya me puedo jubilar tranquilo (risas). Los muchachos también se han portado de diez y les agradezco por todo el cariño y el apoyo", dice y se quiebra otra vez. Pero sigue. Y ahí va Walter, en busca de ganar también este partido








