Eduardo Fernández, dirigente de la entidad, alertó sobre la combinación de factores que está golpeando con fuerza al sector.
Alerta en el sector PyME: sin crédito, caída del empleo y temores de una crisis como la de 2001 Alerta en el sector PyME: sin crédito, caída del empleo y temores de una crisis como la de 2001
El sector de las pequeñas y medianas empresas atraviesa una situación crítica en Argentina. La recesión, la falta de financiamiento y la creciente presión de las importaciones ponen en jaque al tejido productivo, al punto que desde la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas advierten sobre un escenario comparable al que desembocó en la crisis del 2001.
Eduardo Fernández, dirigente de la entidad, alertó sobre la combinación de factores que está golpeando con fuerza al sector. Según explicó, la política monetaria implementada por el Gobierno especialmente el aumento de los encajes bancarios dejó a las PyMEs sin acceso al crédito, una herramienta que históricamente alimentaba tanto el consumo como la producción.
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"El panorama es sombrío. Hoy el crédito no existe ni para las familias ni para las empresas. Las tasas reales se volvieron imposibles de afrontar", señaló Fernández en declaraciones a Radio Rivadavia.
Según detalló, el encaje bancario total pasó del 30% al 53,5% en agosto, y el correspondiente a bonos saltó del 9% al 18,5%, lo que elevó drásticamente el costo del dinero. "Con estas condiciones, el sistema financiero se protege a sí mismo, pero asfixia al aparato productivo", agregó.
Otro frente de conflicto es el avance de las importaciones, que compiten con la producción nacional en un contexto de actividad en retroceso. "Las empresas no solo tienen dificultades para producir, sino que deben hacerlo enfrentando una competencia externa que se torna cada vez más agresiva", advirtió.
El deterioro también se refleja en el mercado laboral. Durante la pandemia se perdieron 155.000 puestos de trabajo, y en los últimos 18 meses otras 250.000 personas quedaron desempleadas. "La movilidad laboral hoy es hacia la baja. Las PyMEs no quieren despedir, pero ya no pueden sostener las plantillas. Y cada empresa que cierra arrastra consigo una economía regional y una historia familiar", expresó el dirigente.
En este marco, Fernández lanzó una advertencia que sacude: "Cuando se conozcan los datos reales, vamos a ver una economía devastada, con un nivel de destrucción de empleo y tejido productivo comparable al de 2001".








