Son atletas del futuro, del corazón y del amor

No hay nada más gratificante y placentero que ver a un niño ser feliz. No importa la edad, el género, ni mucho menos las limitaciones físicas que pueda tener. Verlo disfrutar y hacer lo que tanto le gusta no es otra cosa que dejarlo vivir y compartir de momentos que tal vez nunca se le irá de su mente.

Como está pasando hoy en la escuela de atletismo infantil Ruma, una entidad local que alienta y apoya la actividad deportiva desde la base y que les da a los más pequeños la posibilidad ser parte de un proyecto de formación, crecimiento deportivo e integración social.

"Nuestra escuela brinda un espacio educativo y recreativo orientado a la iniciación y formación en atletismo, donde a través de actividades planificadas se promueve el desarrollo de capacidades físicas y habilidades motrices; la adquisición de hábitos de vida saludable a través de la actividad física; la educación en valores como la constancia, el respeto, la solidaridad y el trabajo en equipo; la superación personal en cada etapa del crecimiento; el fortalecimiento de la autoestima y la confianza en sí mismos; la inclusión como parte esencial del deporte y la convivencia y el disfrute del juego y la recreación, como complemento al rendimiento deportivo", expresó Ana Matos, profesora de Educación Física y entrenadora de la escuela que funciona tanto en la ciudad capital como en La Banda.

El secreto del atletismo está marcado por varios factores (físico, emocional y mental, por citar algunos) y cada uno de ellos cumple una función clave para su mejor versión. Hoy, con el auge del running por ejemplo, la actividad se hizo mucha más amplia y son incontables los entrenadores que optaron por sacarle provecho a la situación. 

En el caso de Ruma, el objetivo viene, por otro lado: que los chicos sepan que el atletismo también está abierto a nuevos desafíos y que más allá de tener un perfil más individual, eso no quiere decir que no se pueda hacer un trabajo colectivo. 

"Hay momentos en los que el trabajo individual es fundamental, porque cada niño necesita superar sus propios límites, reconocer sus avances y aprender a valorar su esfuerzo personal. Sin embargo, también creemos firmemente en el trabajo en equipo, ya que allí se construye el apoyo mutuo, la motivación y el aprendizaje compartido", agregó la profesora al respecto.

También hoy la actividad inclusiva cobró un mayor protagonismo en Santiago del Estero y eso es más que un paso positivo para todos. La escuela Ruma cuenta con algunos chicos que se animan a hacerle frente a los desafíos y que no se sienten menos que nadie al momento de realizar los entrenamientos de la semana.

"Contamos con niños que, día a día, nos enseñan que la integración es posible y que con esfuerzo, acompañamiento y amor se pueden alcanzar más metas y más sueños cumplidos. Para nosotros, la inclusión no es solo una meta, sino una manera de vivir y enseñar", comentó la profe Matos para destacar la actitud y el empeño de los pequeños deportistas inclusivos.

A medida que se van dando los resultados y los pasos con la actividad atlética, también se van sumando las experiencias y las vivencias en este sentido. La entrenadora Matos prefiere que las tareas que realiza con los chicos vayan hacia el lado que más le interesa en su etapa de formación: aprendizaje y superación.

"Las experiencias que más valoro son aquellas en las que cada niño se siente alegre, orgulloso y satisfecho por lo que logró, sin importar el resultado. Para mí, cada competencia es una oportunidad de aprendizaje y superación", añadió la entrenadora que junto a su colega y compañera de trabajo María Salvatierra hacen que los niños de la escuela tengan la oportunidad de proyectar su futuro a través de un deporte que es la madre de todas las disciplinas.  

La provincia también tiene hoy un modelo a copiar. Se trata del gran presente del atletismo en el ámbito local, nacional e internacional y todo por méritos propios.

Actualmente, hay atletas de élite (Nery Chávez. Pablo Toledo, Mauricio Garzón, Mauro Sánchez, Nélida Peñaflor, Ivana Herrera Loto, Gisella Olivera, entre otros que también vienen empujando fuerte desde atrás) que están en su mejor momento y eso para los niños y entrenadores son motivos de inspiración y motivación. 

"Admiro profundamente a cada uno de los atletas de élite de Santiago, porque nos demuestran que los sueños pueden cumplirse cuando se trabaja con dedicación y disciplina. Ellos son un ejemplo para los más chicos, que ven en sus logros un espejo donde mirarse y un camino posible a recorrer. El buen momento del atletismo local nos confirma que sembrar en la infancia, a través de escuelas, es apostar al futuro del deporte y también al desarrollo integral de nuevos talentos santiagueños", señaló Matos a manera de reflexión.

La escuela nació en homenaje a un entrenador de hockey 

La escuela de atletismo Ruma no nació de casualidad ni mucho menos. Cuando se arranca con un proyecto, se lo hace desde la idea concreta y con un fin determinado. En el caso de Ruma, el plan partió desde el propósito de rendirle un homenaje a un entrenador de hockey y profesor de Educación Física: Rubén Matos.

"La escuela nació un 10 de diciembre del 2022, en inspiración y honor a mi tío Matos Rubén, profesor de Educación Física y un referente del hockey y del deporte en Santiago. Él siempre nos aconsejaba que podíamos lograr todo lo que nos propusiéramos, a pesar de cualquier obstáculo que se nos ponga, siempre debíamos salir adelante. Hoy no está entre nosotros, pero lo tenemos siempre presente en nuestra familia y por esa razón junto a mi hermano mayor lo homenajeamos creando la escuela con su nombre. De ahí surge Ruma, con la denominación de las dos primeras letras de su nombre y apellido", aclaró la profe y sobrina del homenajeado.

Benicio está entre los que ya ganaron su mejor carrera

El niño Benicio Acosta Paz es toda una caricia al alma y uno de los más mimados en el grupo. Es de la ciudad de La Banda, tiene 8 años y desde los 5 que se prendió con el atletismo en la escuela Ruma.

"Benicio es uno de los atletas inclusivos que no deja de sorprender y enseñar a los demás que nada es imposible cuando se busca luchar contra la adversidad", expresó Matos cuando empezó a contar la historia de Benicio.

Luego agregó: "Llegó a nosotros con solo cinco años. Nació con simbraquidactilia, pero desde el primer día nos enseñó que eso no es un límite para soñar ni para ser feliz. Hoy, con ocho años, es un niño alegre, seguro de sí mismo y con una energía que contagia a todos".

Tenerlo a Benicio y a otros chicos que representan la valentía y el orgullo, es sentir que nada es imposible cuando se quiere ir siempre hacia adelante. 

"Algo que nunca olvidaremos es que, cuando tenía apenas cinco años, fue él mismo quien les explicó a sus compañeros que había nacido así y que eso no le impedía disfrutar de la vida. Con una naturalidad increíble, les dijo que él era feliz tal cual era, y ese gesto marcó a todos", amplió la profe.

Para el final hizo la siguiente reflexión sobre su alumno especial: "Más allá de los resultados deportivos, él nos recuerda constantemente que el verdadero triunfo está en aceptarse, en creer en uno mismo y en disfrutar del camino. Su historia nos enseña que las diferencias no nos limitan, sino que nos hacen únicos".