El acusado dijo que no sabía que en el lugar había cuerpos, aunque reconoció haber visto una camioneta blanca, tipo Chevrolet Tracker, estacionada frente a la vivienda.
"Necesitaba plata y drogarme": habló el hombre que tapó el pozo donde enterraron a las tres jóvenes de Florencio Varela "Necesitaba plata y drogarme": habló el hombre que tapó el pozo donde enterraron a las tres jóvenes de Florencio Varela
Ariel Jeremías Giménez, un pintor de 29 años domiciliado en Florencio Varela y con consumo problemático de drogas, declaró este jueves ante la Justicia en el marco de la causa por el triple crimen de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez.
Giménez es el único de los detenidos que no está acusado directamente por los homicidios, sino por encubrimiento, ya que fue quien tapó el pozo donde los asesinos enterraron los cuerpos de las jóvenes.
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"Necesitaba plata, necesitaba drogarme", reconoció ante el fiscal de Homicidios de La Matanza, Carlos Adrián Arribas, al explicar por qué aceptó el pedido de Miguel Villanueva Silva —a quien conocía como "Gonzalo" y señaló como su dealer— para cubrir el hueco con tierra y piedras.
Según su relato, además de dinero, recibió una hamburguesa y vodka como parte del pago.
Un encubrimiento a cambio de drogas, dinero y herramientas
Giménez se presentó voluntariamente ante las autoridades y explicó que su vínculo con los homicidas comenzó días antes del crimen. Contó que alquiló un parlante a "Pequeño J" (Tony Janzen Valverde Victoriano) y al resto del grupo la noche de los asesinatos.
A cambio, obtuvo 30 mil pesos, de los cuales 20 mil fueron en drogas y 10 mil en efectivo.
Esa misma música, según la investigación, habría sido utilizada por los asesinos para tapar los gritos de las víctimas durante el ataque.
Al día siguiente, cuando fue a reclamar el parlante, Villanueva le ofreció tapar un pozo en el patio de la vivienda de la calle Chañar, en Villa Vatteone, donde luego se descubrieron los cuerpos.
"Me dijo: 'Lo que tenés que hacer es tirar esa tierra que está ahí, adonde está el hueco ese, el pozo'. Entonces le dije: 'Bueno, dale, lo hago. Necesitaba plata, necesitaba drogarme'", declaró.
Según detalló, la tarea le tomó unos 25 minutos, y durante ese tiempo comió una hamburguesa y tomó vodka con gaseosa que le ofreció Villanueva.
Al terminar, recibió como pago 45 mil pesos y tres herramientas (dos palas y un pico), que luego vendió por 70 mil pesos. En total, aseguró haber obtenido 145 mil pesos entre dinero, drogas y la venta de los objetos.
El contexto del crimen y la participación de Giménez
La hipótesis de la fiscalía sostiene que entre el 19 y el 23 de septiembre de 2025, Maximiliano Parra, Daniela Ibarra, Miguel Villanueva Silva, Celeste Magalí González Guerrero, "Pequeño J", Matías Ozorio, Víctor Sotacuro Lázaro, Florencia Ibáñez, Manuel David Valverde Rodríguez y David Gustavo Morales Huamani ("El Loco David") actuaron de forma coordinada para asesinar a las tres jóvenes en la casa de la calle Chañar 702.
Según la acusación, los responsables obraron con premeditación, a traición y con extrema violencia de género, y enterraron los cuerpos en el patio.
En ese marco, Giménez intervino en una segunda fase, cuando el crimen ya se había consumado. "Recibió dinero y estupefacientes" de parte de Villanueva y Celeste a cambio de ayudar a tapar el pozo, según consta en el expediente.
El acusado dijo que no sabía que en el lugar había cuerpos, aunque reconoció haber visto una camioneta blanca, tipo Chevrolet Tracker, estacionada frente a la vivienda.
Días después, aseguró, le robaron el celular cuando intentó venderlo para comprar más drogas, y se enteró por televisión que habían allanado la casa de los homicidios.
"Ya sabiendo lo de las chicas, me vi involucrado por las palas y el pico. Entonces fui a la comisaría y pregunté si me estaban buscando, si había algo en mi contra", concluyó en su declaración.
La fiscalía ahora evalúa su testimonio para determinar si su participación se limita al encubrimiento o si tuvo un grado mayor de conocimiento sobre los crímenes.
