Avanza la investigación del triple crimen: revelan nuevos detalles sobre la "casa del horror"

La investigación por el brutal asesinato de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez sigue sumando elementos. En las últimas horas salieron a la luz imágenes del lugar donde las jóvenes fueron torturadas, asesinadas y enterradas, conocido entre los investigadores como la "casa del horror".

Las pruebas surgieron a partir de la declaración de Celeste Magalí González Guerrero (28), una de las detenidas que residía en la vivienda de la calle Chañar junto a su pareja, Miguel Villanueva Silva, también bajo arresto. Ante el fiscal Carlos Arribas, González aportó detalles escalofriantes: afirmó que parte del crimen fue transmitido en vivo por videollamada a otros miembros del grupo, identificados con los apodos "Papá" y "Lima", presuntos referentes de una red narco.

En su relato, la mujer reconstruyó la secuencia de los hechos ocurridos la noche del asesinato e involucró a varios sospechosos, mencionando nombres, vínculos y apodos. Uno de los pasajes más estremecedores de su testimonio describe cómo su pareja le comentó que "mostraban cómo las mataban, creo que fue a la primera de las chicas".

La causa también avanzó con la ampliación de la declaración de otra detenida, Florencia Ibáñez, sobrina de Víctor Sotacuro, señalado como uno de los principales responsables. La joven confirmó el rol de su pareja, Alex Roger Castillo, actualmente con pedido de captura internacional, quien —según dijo— conducía el Volkswagen Fox blanco utilizado el día del crimen.

Ibáñez sostuvo que fue parte del grupo que trasladó a las víctimas hasta la vivienda donde las asesinaron, aunque aseguró desconocer el motivo del viaje en ese momento. "No sabía a qué íbamos —declaró ante la Justicia—. Después me enteré porque Alex me contó. Me dijo que le habían robado droga a él y a la gente que le habían comprado".

En su indagatoria previa, Celeste González Guerrero había señalado a Sotacuro como el autor intelectual del triple homicidio, lo que refuerza la hipótesis de que los asesinatos estuvieron vinculados a una disputa narco y que los responsables intentaron ocultar los cuerpos enterrándolos en el jardín de la casa donde vivían los principales acusados, detalla el portal de Minuto Uno.