Según un documento oficial, la filtración habría provocado la masacre ocurrida el último martes en Brasil.
Revelan que los jefes del Comando Vermelho fueron alertados del operativo en Río cuatro horas antes Revelan que los jefes del Comando Vermelho fueron alertados del operativo en Río cuatro horas antes
Un documento oficial reveló que los jefes del Comando Vermelho fueron alertados con al menos cuatro horas de anticipación sobre el operativo policial desplegado el martes en los complejos del Alemão y de la Penha, en Río de Janeiro. La filtración del plan habría permitido que los criminales prepararan una resistencia armada, lo que derivó en una de las operaciones más letales en la historia del estado, con 121 muertos y 81 detenidos.
De acuerdo con información publicada por el diario Folha de S.Paulo, las fuerzas de seguridad ya sabían que el plan se había filtrado antes de su ejecución. Hacia la una de la madrugada, un grupo de unos 20 hombres en motocicletas se enfrentó con policías militares en Del Castilho, uno de los accesos a las favelas mencionadas. Dos de ellos resultaron heridos y murieron horas más tarde en el Hospital Salgado Filho. Según el reporte oficial, se identificaron como jefes de la facción criminal Espírito Santo y admitieron que huían porque sabían que la operación era inminente.
También te puede interesar:
Pese a esa advertencia, el operativo se inició a las 6 de la mañana, con un despliegue de 2.500 agentes de la Policía Civil y Militar. El resultado fue devastador: 121 muertos, entre ellos cuatro efectivos policiales, y más de 80 personas detenidas, varias de ellas presuntos miembros del Comando Vermelho. Las víctimas policiales fueron identificadas como Rodrigo Velloso Cabral y Marcus Vinícius Cardoso de Carvalho (Policía Civil), y los sargentos del BOPE Heber Carvalho da Fonseca y Cleiton Serafim Gonçalves.
El coronel Marcelo Menezes, secretario de la Policía Militar, explicó que el Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) formó un "muro humano" para cercar a los sospechosos en la Serra da Misericórdia, una zona montañosa de difícil acceso utilizada por los narcotraficantes para esconderse o emboscar a rivales.
El gobernador Cláudio Castro reconoció posteriormente que el número de víctimas era casi el doble del informado inicialmente, lo que desató una fuerte polémica en Brasil por el uso de la fuerza y por la posible filtración interna que habría comprometido toda la operación. Hasta el momento, la Secretaría de Seguridad Pública no brindó explicaciones oficiales sobre la fuga de información que antecedió al operativo y que podría marcar un punto de inflexión en la lucha contra el narcotráfico en Río de Janeiro.
