En un encuentro reservado en el Senado, ambas dirigentes acordaron ordenar la convivencia interna de La Libertad Avanza y coordinar la agenda parlamentaria del oficialismo, tras meses de tensiones y cruces públicos.
Villarruel y Bullrich sellaron una tregua política clave de cara al recambio legislativo Villarruel y Bullrich sellaron una tregua política clave de cara al recambio legislativo
La reunión entre Victoria Villarruel y Patricia Bullrich en el Senado se convirtió en un gesto político tan simbólico como necesario después de semanas de frialdad interna y tensiones expuestas a lo largo del año. A pocos días del recambio legislativo, ambas dirigentes acordaron un encuentro que dejó definiciones clave sobre el papel que La Libertad Avanza (LLA) tendrá en la Cámara Alta desde el 10 de diciembre.
Tras el encuentro, la vicepresidenta fue concisa al describir el clima del diálogo: "Conversamos y nos pusimos de acuerdo de acá a futuro", señaló, en un intento explícito por distender el escenario interno y ordenar el funcionamiento del bloque. Villarruel afirmó que su objetivo es "descontracturar" las expectativas y promover un ámbito de trabajo más armónico, en un contexto marcado por diferencias dentro del oficialismo, desacuerdos con el Ejecutivo y señales contradictorias en la previa del recambio parlamentario.
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La titular del Senado también dejó en claro que buscará promover un estilo de conducción abierto: "Me gusta trabajar en un clima en el que todos podamos sentirnos cómodos. Cada uno de los senadores va a tener las puertas de mi despacho abiertas. Han sido elegidos por el pueblo argentino y no es mi función discutir su representatividad", sostuvo.
Bullrich, por su parte, destacó la predisposición de Villarruel para coordinar la agenda legislativa del oficialismo. "La encontré colaborativa", afirmó al salir de la reunión. Luego insistió en uno de los objetivos centrales del espacio: "Necesitamos que la agenda de La Libertad Avanza tenga un espacio preferencial en el Congreso".
El mensaje apunta a garantizar que las iniciativas del presidente Javier Milei tengan prioridad en un Senado donde el oficialismo carece de mayoría propia. El encuentro también debe leerse a la luz de los antecedentes de tensión entre ambas dirigentes.
En julio, Villarruel y Bullrich protagonizaron un fuerte cruce en X durante el debate de tres proyectos opositores —sobre jubilaciones, moratoria previsional y emergencia en discapacidad— que habían sido rechazados por el presidente. Bullrich cuestionó la presencia de Villarruel en una sesión que el Ejecutivo consideraba inválida, y la vicepresidenta le respondió recordándole su militancia en Montoneros, lo que profundizó el malestar interno.
Aunque no trascendieron detalles específicos del acuerdo, el gesto apunta a ordenar la convivencia dentro de LLA en un escenario legislativo que se anticipa complejo. Con reformas estructurales en la agenda y un Senado reconfigurado, la sintonía entre Villarruel y Bullrich se vuelve clave para sostener la estrategia parlamentaria del oficialismo, detalla el portal de Minuto Uno.
