La artista subirá a la Peña Orellana Lucca con una propuesta íntima y potente, tras un proceso que la llevó a reconectar consigo misma y con su historia musical.
Del duelo al escenario: el nuevo vuelo de Rocío Pirro Del duelo al escenario: el nuevo vuelo de Rocío Pirro
Con una historia marcada por el trabajo colectivo y por la huella emocional que dejaron Carolina Haick y Cecilia Nazar, Rocío Pirro inicia una nueva etapa presentándose con su nombre propio.
Después de atravesar el duelo emocional que significó la disolución de Las Mullieris, proyecto musical que la vio crecer artística y humanamente, la cantante santiagueña subirá al escenario de la Peña Orellana Lucca el próximo 29 de noviembre con un show que celebra la memoria, la transformación y la alegría de seguir creando.
También te puede interesar:
Acompañada por un equipo artístico y técnico al que define como "fundamental", Rocío se anima a abrir un capítulo distinto en su recorrido, uno donde su voz toma otro vuelo sin dejar atrás todo lo aprendido.
Su propuesta se encuentra integrada en guitarra por Horacio Lavaisse, responsable además de los arreglos; Sergio Cejas, en guitarra y voz; y Rodo Guzmán, en guitarra y compositor de algunas canciones. En flauta traversa están Lilia Palacios y Ángeles Juárez, en percusión Ariel Toloza; y en bajo, Dante Maldonado. Mientras que el sonido está a cargo de Fla Roldán, y la producción general de Georgina Sosa.
-¿Cómo te encuentra este momento de tu vida artística, camino a tu primer show solista?
-Me encuentra en un momento de enorme transformación. Siento que estoy volviendo a mí después de unos años de construir desde lo colectivo. Estoy descubriendo nuevas partes de mi voz, de mi sensibilidad y de mi identidad artística. Hay algo de vértigo, claro, pero también una alegría muy profunda, la de animarme a dar un paso que por mucho tiempo postergué. Hoy me siento más auténtica, más honesta y más consciente de lo que quiero decir cuando canto.
-¿Qué significa para vos presentarte con tu propio nombre, luego de tanto tiempo ligada a Mullieris?
-Es un acto de valentía y también de gratitud. Mullieris marcó mi vida enormemente, me dio hermanas, escenarios y una forma de entender la música como un abrazo colectivo. Presentarme con mi nombre no es una ruptura, sino una continuidad, es llevar conmigo todo lo aprendido, y darme la posibilidad de que mi voz tenga su propio espacio, estética, mensaje. Es aprender a pararme sola, sin dejar de sentirlas cerca.
-¿Cómo te preparas emocional y profesionalmente para la Peña Orellana Lucca?
-Lo vivo con mucha entrega y sobre todo alegría. Profesionalmente estoy trabajando en cada detalle, el repertorio, los arreglos, el sonido, la puesta. Y emocionalmente, estoy haciendo un camino hacia adentro, volver a conectar con "por qué" canto, para quién canto y desde dónde lo hago. Es un show que me exige sinceridad y presencia plena, así que también estoy trabajando en la calma, en el disfrute y en confiar en lo que tengo para dar.
-Muchas veces te refieres a Carolina Haick y a Cecilia Nazar como tus mentoras...
-Son dos presencias muy fuertes en mi vida, dos mujeres que me enseñaron a creer en mí, a ser profesional en lo que hago, a ser sensible y a cantar desde el alma. Aunque no estén físicamente, su manera de mirar, de acompañar y de hacer música está absolutamente incorporada en mí. En cada decisión que tomo, en cada gesto artístico, aparece algo de ellas siempre.
Además, hay algo muy fuerte para mí, estamos ensayando en el mismo lugar donde ensayábamos con Mullieris, y eso me hace sentir literalmente en casa. Es como volver a un espacio que guarda mi historia, mis afectos y una energía que me acompaña. Me da una mezcla de nostalgia, impulso y certeza de que este camino también es continuidad.

Herencia de luz: la nueva etapa de Rocío Pirro tras la partida física de Caro Haick y Ceci Nazar
-¿Qué te dejaron Carolina Haick y Cecilia Nazar?
-Caro, su manera luminosa de hacer que todo sea posible, su alegría para trabajar y su convicción para defender los proyectos en los que creía. Ceci, la alegría, el humor, el oído amoroso que siempre encontraba algo para hacer crecer.
-¿Este show también es un homenaje?
-Sí. No lo pienso como un homenaje explícito, pero inevitablemente aparece. Todo este camino que estoy transitando existe gracias a lo que ellas sembraron en mí. Hay pequeños guiños, decisiones musicales y momentos del show donde su energía se siente mucho.
-¿Cómo fue reencontrarte con tu voz?
-Fue un proceso profundo y muy humano. La voz también hace su duelo. Hubo momentos en los que cantar dolía, otros en los que me sostenía y otros en los que simplemente no salía la voz.
-Seguí formándome en pedagogía del canto con las maestras que acompañaron a Caro, y estudiando Lic. en Fonoaudiología, una carrera que respira voz y que amo.








