Al aceptar un juicio abreviado, el imputado fue condenado a 18 años de prisión.
Mató a su hijastro de un escopetazo y logró reducir su condena tras confesar el crimen Mató a su hijastro de un escopetazo y logró reducir su condena tras confesar el crimen
Un hombre que asesinó a su hijastro de un disparo de escopeta en la espalda evitó la prisión perpetua luego de confesar el crimen y aceptar un juicio abreviado. La Justicia lo condenó a 18 años de cárcel, aunque la pena aún debe ser homologada por el Tribunal Penal de Oberá.
El hecho ocurrió a fines de septiembre de 2023 en una zona de monte del nordeste de Misiones. Desde entonces, José Antonio de Olivera Suárez quedó detenido como único sospechoso por la muerte de Alberto de Olivera, de 19 años.
También te puede interesar:
En un primer momento, el acusado intentó desviar la investigación. Sostuvo que el joven se había suicidado y que estaba solo al momento de su muerte. Sin embargo, el examen forense determinó que presentaba una herida de bala en la espalda, con orificio de entrada y sin salida, lo que desmoronó su versión.
Según la reconstrucción del caso, padrastro e hijastro habían salido de cacería hacia una zona conocida como "Picada Chuchú", a unos 40 kilómetros del paraje Guabiroba, en El Soberbio, donde residían. Dos días después, De Olivera Suárez regresó solo y se presentó en la comisaría local para denunciar la supuesta "autoeliminación".
La primera versión indicaba que el joven se había apartado para orinar llevando una escopeta calibre 20, y que luego se escuchó un disparo. Pero la Policía no halló el arma en el lugar y detectó inconsistencias en su relato, además de confirmar que el disparo ingresó por la espalda.
Ante las contradicciones y las pruebas recolectadas, el hombre modificó su testimonio y terminó confesando el crimen. Aunque había sido imputado inicialmente por homicidio agravado por el uso de arma y alevosía, la Fiscalía aceptó un acuerdo de juicio abreviado y retiró el agravante más grave.
De esta manera, el acusado fue condenado a 18 años de prisión por homicidio agravado por el uso de arma, evitando así la pena de prisión perpetua.








