La defensora oficial, Adriana Bóboli, fue despojada de casi $ 8.000.000. Hay cuatro detenidos.
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La Fiscalía solicitó prórroga de detención para cuatro cordobeses, 22 días después de caer presos sindicados de conformar una banda, liderada por un presidiario, que habría vaciado las cuentas de una defensora oficial, despojándola de casi $ 8.000.000.
Los detenidos son, Julio César Córdoba, asistido por la abogada Andrea Trejo; Cynthia Sosa, por Miguel Torres; Axel Ignacio Quintero, por Jorge Paz y Gilberto Perduca; y Vanesa Rosales, por Martina Magnone y Martín Rojas.
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"El grupo delictivo estaría compuesto al menos por diez personas", afirmó ayer la fiscal, Celia Mussi. Las transferencias iniciales -no consentidas- fueron destinadas a las cuentas de Julio César Córdoba, Florencia Suárez de Marchi y Oscar Hilario Suárez. Los otros eslabones serían seis sujetos más y sobre tres hay órdenes de detención.
Llamado y engaño
Todo estalló el 8 de agosto pasado. La defensora oficial, Adriana Bóboli, recibió un llamado telefónico. El desconocido invocó ser empleado de un negocio de compras online. En síntesis, le dijo que adeudaba varios millones por compras de electrodomésticos en Buenos Aires.
La santiagueña respondió que desconocía tal deuda, pero acabó persuadida y, sin querer, cedió sus credenciales del home banking y/o acceso a sus cuentas bancarias y tarjeta de crédito. Así, la banda perpetró una estafa de casi $ 8.000.000.
"El phishing es un tipo de ciberataque en el que los delincuentes se hacen pasar por una entidad de confianza (como un banco, una empresa o una red social) para engañar a las personas y robar su información confidencial, como contraseñas, números de tarjeta de crédito y datos bancarios. Los ataques suelen realizarse a través de correos electrónicos, mensajes de texto (smishing) o sitios web falsos".
Con cuatro presos ya en Santiago, la fiscal anunció ayer que las defensas ya hicieron ofrecimientos, negociaciones, en pos de que algunos detenidos efectúen resarcimientos a Bóboli, antesala quizá a la concreción de juicios abreviados y condenas en suspenso.
Los unos y los otros
Durante casi dos horas, Fiscalía y defensa batallaron sobre el delito global. Bóboli lamentó el desfalco y hasta se trenzó con el abogado Perduca.
El abogado instó a que su cliente sea despegado de la causa, "ya que no forma parte de banda alguna y su esposa recibió $ 35.000 que le adeudaban de Natura. Es decir, nada que ver con los casi $ 8.000.000 en juego…"
La sobremesa sorprendió a las defensas, resueltas en que sus clientes sean excarcelados y, plan B, las mujeres beneficiadas con arresto domiciliario. Y a la Fiscalía, firme en su pretensión de prórroga, y a la espera de definiciones con órdenes de detención en puerta, con los puestos literalmente en Buenos Aires.
Finalmente, la jueza de Control y Garantías con Competencia Juvenil, Érika Casagrande, difirió su resolución, y las notificaciones serían concretadas la semana venidera, adelantaron los voceros.
