El video fue publicado en la cuenta "Lo que me enseñó mi nono" y rápidamente se volvió viral en redes sociales.
Un recuerdo que queda para siempre Un recuerdo que queda para siempre
Hay imágenes que no necesitan palabras para emocionar. Un abuelo, guitarra en mano, y su nieto de apenas dos años, sentado frente a un bombo, comparten un instante único al interpretar un malambo que parece unir generaciones.
El pequeño, atento y concentrado, acompaña el ritmo mientras su abuelo marca la melodía con la experiencia de los años. No es solo música: es tradición, aprendizaje y un vínculo que se transmite de corazón a corazón.
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El video fue publicado en la cuenta "Lo que me enseñó mi nono" y rápidamente se volvió viral en redes sociales. Miles de usuarios destacaron la ternura de la escena y el valor de esos momentos simples que quedan grabados para siempre en la memoria familiar.
Entre comentarios cargados de emoción, muchos coincidieron en que la escena refleja la importancia de las raíces, el amor y el tiempo compartido. Un recuerdo que, sin dudas, acompañará a ese niño toda la vida.








