Preocupación por el crecimiento de los malos hábitos de alimentación

Para muchas familias, el tener un hijo "gordito y lleno de pliegues" es un logro, una señal de que el niño está bien, fuerte y lleno de salud. Pero los expertos en salud infantil no piensan igual y aseguran que lo que importa no es que el niño esté gordo o delgado, sino que el niño esté sano. Lamentablemente, en Santiago del Estero, la cifra de obesidad infantil ha crecido notablemente en los últimos años, y esto preocupa a la comunidad médica.

La médica pediatra, Dra. Norma Anzani de Rojas, analizó la situación de los niños con sobrepeso en la provincia, e hizo un llamado de atención para los padres.

"La niñez es una etapa trascendental en el proceso evolutivo por los fenómeno de crecimiento y desarrollo, por lo que es fundamental una adecuada nutrición. La malnutrición no sólo trata la desnutrición de bajo peso, sino también el otro lado, que es el sobrepeso y la obesidad. Se ha observado en los últimos tiempos el aumento de estos dos estados en las poblaciones infantiles. Nuestra provincia no es ajena a esa tendencia mundial, y vemos con mayor frecuencia a niños con sobrepeso y obesidad", detalló la profesional. Y agregó: "Es así como, a través de centros como Centro de Estudio de Nutrición infantil (Cesni) y la Corporación de Nutrición Infantil de Mendoza realizaron estudios en el país sobre la prevalencia de esta enfermedad, llegando a la conclusión que varía de acuerdo con la edad y sexo. En este sentido se puede decir que los varones son los más afectados en la etapa de 6 a 12 años, y varía de un 4,1% a un11%’.

Asimismo indicó cuáles son las probables consecuencias de la obesidad infantil, las que podrían aparecer recién en la edad adulta.

"La Argentina, como lo es a nivel mundial, padece la epidemia de Enfermedad Crónica No Transmisible, entre las que se encuentran las enfermedades cardiovasculares, que encabezan las causas de muerte más frecuentes, después del cáncer; enfermedades pulmonares crónicas; diabetes; etc. Dentro de los factores de riesgo para estas enfermedades están la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo, la hipertensión y hipercolesterolemia", explicó la Dra. Anzani de Rojas.

E indicó que "en estudios anatomopatológicos, se puede comprobar que el proceso arterioesclerótico se inicia en la infancia, siendo la mala alimentación el causal principal. Esto se debe a la ingestión de alimentos ricos en grasas y calorías, la dieta malsana llamada ‘comida chatarra’ que dan placer transitorio, y no se tienen en cuenta los efectos dañinos en la salud. Es por ello que en la niñez es cuando se debe comenzar con las acciones y estrategias como por ejemplo mantener la lactancia materna, la inclusión de alimentación complementaria adecuada equilibrada desde el sexto mes, sin suspender la lactancia, la inclusión de verduras y frutas en la dieta; la ingesta de agua natural, la inclusión de la actividad física y práctica de deportes".

"No hay que olvidar que una vida saludable en la infancia contribuye a un mejor estado de salud en la vida adulta", sentenció.