Qué debe enseñarse en las escuelas según la ley Qué debe enseñarse en las escuelas según la ley
de la Ley de
Educación Sexual Integral,
la Secretaría de Innovación
y Calidad Educativa
del Ministerio de Educación
nacional señaló que
“es falaz que la ESI presente
material pornográfico y
que dicte talleres de masturbación
como se enuncia
en algunos contenidos que
circulan por redes sociales”,
y confirmaron que no
recibieron denuncias formales
de que hayan existido
casos de este tipo en algún
establecimiento educativo.
Desde el organismo,
también alertaron que a
través de las redes sociales
se difunde información
falsa.
Qué se debe enseñar
La ley que creó el Programa
Nacional de Educación
Sexual Integral fue
sancionada por el Congreso
nacional en 2006. Esta
norma establece que todos
los niños, niñas y adolescentes
tienen derecho a
recibir una educación de
este tipo tanto en los establecimientos
de gestión estatal
como en los de administración
privada sin importar
la orientación religiosa.
Es decir, en todos los
jardines de infantes, colegios
primarios y secundarios
del país.
El Programa tiene en
cuenta un concepto amplio
de sexualidad que considera
“aspectos biológicos,
psicológicos, sociales,
afectivos y éticos”. Entre
sus objetivos, la ley aspira
a “promover actitudes responsables
ante la sexualidad”,
“prevenir los problemas
relacionados con
la salud” y “procurar igualdad
de trato y oportunidades
para varones y mujeres”,
entre otros.
A partir de 2009, el Ministerio
de Educación de la
Nación elabora y distribuye
materiales educativos,
cuyos principales ejes son
el ejercicio de los derechos,
el respeto por la diversidad,
el cuidado del cuerpo,
la equidad de género y
la valoración de la afectividad.
Estas líneas se van
adaptando a cada etapa
educativa y se incluyen de
manera transversal en diferentes
materias.
En la etapa inicial, obligatoria
entre los tres y los
cinco años, a través de distintos
juegos en el aula se
propician “hábitos de cuidado
de uno mismo, de los
y las demás”, “la expresión
de sentimientos y emociones”
y “la construcción de
valores de convivencia”,
según detalla el material
didáctico elaborado por el
Ministerio de Educación.
“Se trabaja algo muy
importante que es la conciencia
sobre la propia intimidad
y la noción de que
nadie tiene que tocarles las
partes íntimas a los niños y
niñas salvo en alguna situación
de higiene específica”,
explicó Eleonor Faur, doctora
en Ciencias Sociales
por la Facultad Latinoamericana
de Ciencias Sociales
(Flacso) e investigadora de
relaciones de género, familias
y políticas públicas.
Y agregó: “En la medida
en que los chicos vayan
identificando que tienen
derecho a su intimidad y
que cualquier contacto o
propuesta que les incomoda
pueden señalarla, también
se está trabajando en
prevención del abuso”.
Durante la primaria, los
contenidos se enfocan en
el conocimiento de los derechos
vinculados con el
respeto por los demás y la
convivencia; el respeto por
la diversidad a través de la
identificación de prejuicios
vinculados al género; y el
reconocimiento de distintos
modos de vida, como
las distintas organizaciones
familiares.
En el contexto de la pubertad,
la ESI propicia “el
conocimiento sobre los
cambios del cuerpo humano
y la identificación
de sus partes íntimas en el
marco de la promoción de
hábitos de cuidado de uno
mismo, de los demás y de
la salud en general”. En la
secundaria se enseña sobre
“la sexualidad humana
desde la perspectiva científica”,
con información sobre
los órganos sexuales y
su funcionamiento, la salud
sexual y el embarazo;
y también desde su vínculo
con la afectividad y los diferentes
sistemas de valores
y creencias.
Otros contenidos
Entre otros contenidos,
las actividades buscan reconocer
y reflexionar sobre
“situaciones de violencia
en las relaciones interpersonales,
específicamente
afectivas y sexuales”; y dar
a conocer “los derechos de
las diversidades sexuales y
de la responsabilidad del
Estado frente a situaciones
de discriminación y violación
de derechos”.
“Los contenidos de la
ESI se van adaptando al ciclo
de vida, por eso es muy
importante empezar a trabajarlos
desde la infancia.
Cuando entramos recién
en el nivel secundario con
algunos de estos contenidos
muchas veces llegamos
tarde. Ya sea para prevenir
alguna situación de
violencia o abuso, o para
desarmar algunos estereotipos.
Sobre todo, cuando
llegamos tarde postergamos
el sufrimiento de los
chicos cuando viven situaciones
que vulneran sus
derechos”, explican desde
la cartera educativa.