¡Son las economías regionales! ¡Son las economías regionales!
La Confederación Intercooperativa
Agropecuaria Limitada (Coninagro)
presentó en el Senado nacional una
propuesta para potenciar las economías
regionales con un objetivo: apuntalar
al sector agropecuario como motor de desarrollo
del país. De esta forma, se dará solución
a problemas sociales, territoriales y económicos
que arrastra la Nación hace décadas.
Uno de los principales ejes que aborda la propuesta
es el financiamiento; tema muy en boga
por estos días debido a la compleja situación que
están viviendo las empresas. Las medidas aplicadas
por el Banco Central para contener la corrida
cambiaria incluyen la fuerte suba de la tasa de interés
de política que hoy se ubica por encima del
70% nominal anual. Esto repercute directamente
en las líneas que utilizan las empresas para financiar
el capital de trabajo de corto plazo. El impacto
se resiente principalmente en las pymes, que
carecen de espalda para asumir el costo financiero
a través de la liquidación de stocks, o de acceder
a financiamiento en moneda extranjera, por
ejemplo.
Desde el Ministerio de Producción son conscientes
de esta situación y, en sintonía con el Banco de
Inversión y Comercio Exterior, están tomando cartas
en el asunto vía el Fondo Nacional de Desarrollo Productivo
(Fondep). Se realizaron convenios con bancos
para la bonificación de tasa de interés en operaciones
de descuento de cheques a 90 días, asignando
un monto superior a los $27.000 millones a estas
líneas de crédito. A esto se suma, la creación de un
fondo para que las compañías de seguros puedan invertir
$6.000 millones a través del Fondep en instrumentos
asociados al financiamiento a través del mercado
de capitales.
Desde Coninagro celebramos la iniciativa, aunque
consideramos que parte del capital del Fondep
debería ser utilizado según lo establecido en
su objeto: “facilitar el acceso al financiamiento para
proyectos que promuevan (...) la generación de
mayor valor agregado en las economías regionales”.
Asimismo, el desarrollo de cooperativas de
crédito que capten fondos del propio núcleo productivo,
complementadas con el aval de sociedades
de garantías recíprocas, ayudarían a facilitar
financiamiento a todas aquellas pymes que estén
relacionadas directa o indirectamente con las distintas
actividades que engloban a las economías
regionales. A su vez, las pymes podrían acceder a
líneas de crédito bajo condiciones más favorables
que las vigentes.
Por otra parte, en el proyecto invitamos a la autoridad
monetaria a que forme parte del desarrollo
de este tipo de actividades productivas, promoviendo
dos medidas en particular. La primera es la
implementación de encajes diferenciales, es decir
diferenciar los niveles exigidos de efectivo mínimo
disponibles en las entidades bancarias, reduciéndolos
en aquellos bancos comerciales que destinan
una mayor participación de sus préstamos
hacia actividades productivas respecto de otro tipo
de actividades.
En segundo lugar, planteamos que se ofrezcan
redescuentos a una tasa baja para aquellos
bancos que tengan previsto utilizar recursos para
promover las economías regionales. Incluso,
se podría hacer una discriminación por tamaño
de empresa, zona geográfica y hasta definir una
tasa activa máxima para los préstamos a otorgar.
Desde la entidad creemos que es fundamental
impulsar el crédito hacia las distintas actividades
productivas que contemplan las economías regionales.
Esto además contribuye al ingreso de divisas
para aliviar la presión sobre el tipo de cambio,
en el caso de los productos exportables, y a aumentar
la oferta interna de productos, moderando el
impacto sobre el nivel de precios.
Históricamente la economía argentina es muy
volátil, está fuertemente influida por los movimientos
de los precios de las materias primas, la
liquidez internacional, el crecimiento de nuestros
principales socios comerciales, las condiciones climáticas,
entre otros factores. Es por ello, que desde
Coninagro consideramos sumamente necesario
crear un fondo anticíclico de las economías regionales,
con el objeto de disponer un resorte institucional
que auxilie rápidamente en situaciones de
emergencias climáticas, de compensaciones logísticas,
fitosanitarias y/o financieras.
Con estas iniciativas financieras apuntamos a
generar un mayor crecimiento de la actividad económica,
creando nuevos puestos de trabajo y un
aumento en la generación genuina de divisas que
tanto se demandan en esta coyuntura.
El valor estratégico de la legislación es cuando
la misma diseña, modela y configura el desarrollo
de una Nación; esa es la invitación, ese es el sueño
que inspira nuestros esfuerzos y aportes, y también
creemos que ese camino se llama economías
regionales.