"Vivo cada historia de las mujeres que pasan por aquí, como si fuese mía"

Nara Juárez Castaño está hace poco más de tres años en el hogar, ayudándoles a las mamás que son refugiadas en la Casa de Santa Isabel. Es quien tiene contacto permanente con estas mujeres y vive en carne propia cada historia con la que llega al hogar.

"Es difícil, pero a la vez gratificante estar aquí. Me encanta ayudarlas y estar para lo que necesiten. Las historias con las que vienen las mujeres son distintas una de las otras y en muchos casos, sólo necesitan contención. Aquí somos psicólogas, enfermeras, asesoras y amigas. Nos sentimos útiles porque podemos ayudar desde nuestro lugar. Yo particularmente vivo cada historia como si fuese mía, y eso me llevó muchas veces a salir corriendo a cualquier hora en busca de asistencia para las mamás, a ayudarlas en todo, a sentarme a tomar mate o comer con ellas. Y varias veces también las invité a comer en mi casa, porque siempre nacen lindas relaciones entre nosotras", cuenta Nara, quien es el sostén del hogar.

Ella trabaja desde hace tres años, pero desde muchos más que vive de cerca la experiencia, ya que en un principio fue su mamá quien hacía el trabajo que ella heredó.