El Niño Jesús les acarició el alma a los abuelos, en vísperas de la Navidad

Cuando el amor es recíproco, las sensaciones de felicidad se multiplican y aquello que cuesta tanto se torna más llevadero. Y cuánto saben de esto los abuelos que se encuentran en el Hogar de Ancianos de la Provincia "Mama Antula". En vísperas de la Navidad, como ocurren todos los años, ellos ya tuvieron su mejor regalo: el acompañamiento y el afecto de aquellos que por su inmenso corazón no se permiten olvidar a los abuelos.

Los integrantes de la Red Solidaria visitaron el hogar y organizaron la "Fiesta de Navidad" para que los ancianos, que por distintas circunstancia se encuentran refugiados en el lugar, tengan una merecida celebración por el Nacimiento del Niño Jesús.

Los abuelos se vuelven niños, y de pronto, los adultos que conforman este grupo solidario, quizás el más importante de la provincia, también. La sensación de amor incondicional hace que todos los años se reencuentren para festejar cualquier ocasión. Hoy, el objetivo fue la Navidad.

"Es un amor mutuo. Siempre pasamos la Navidad con ellos, o hacemos la fiesta unos días antes. La idea siempre es mimarnos, es brindarnos amor entre todos y así como nosotros les llevamos felicidad a ellos, ellos nos llenan el alma a nosotros. Volvemos renovados, e imagino que ellos también quedan alegres", cuenta Ana Díaz Raimundi, referente de la Red Solidaria Santiago.

Son 48 abuelos los que comparten sus días en el Hogar de Ancianos, y "más del 90 por ciento de ellos no tiene familia, están solitos en la vida y eso nos motiva aún más a no dejarlos de visitar nunca", agrega Ana.

La fiesta fue total. Tuvo momentos de mucha diversión, y también de gran emoción, porque es mucho el amor que estos abuelos tienen por brindar a quien se les acerca a hacer una caricia, y están dispuestos a recibir el aprecio de quien los mira y ve en ellos a su familia.

"Ellos son como niños, por eso también llevamos regalitos de Papá Noel y todos tuvieron su presente personalizado. Los varones recibieron pañuelos, y las damas, collares, pulseras y todo aquello que a ellas les gusta para verse mejor. Estos regalos fueron hechos por nosotros, los de la Red Solidaria, pero destacamos el apoyo incondicional de los solidarios de la comunidad que nos hicieron llegar donaciones para la fiesta", destaca la referente del grupo.

Se sabe que los abuelos, aunque pasan mucho tiempo entre ellos, y cada uno carga con el peso del paso de los años, buscan siempre el bienestar, una convivencia amena, y compartir lo que les gusta. Aunque muchas veces decaen, la felicidad es lo que los caracteriza.

Reflejo de ello fue lo que ocurrió en ese festejo organizado por la Red Solidaria, cuando un grupo de mariachis, también en forma voluntaria, quiso regalarles a los ancianos el recuerdo de sus canciones que tanto los hicieron bailar en el pasado.

"Los mariachis se presentaron y fue una gran alegría para los abuelos. Estaban felices, bailaban, se divertían, se emocionaban cuando les cantaban, sobre todo los temas de su época. Uno ve en ellos la necesidad de compartir, de que se los haga sentir queridos e importantes en todo momento, y es lo que intentamos hacer con estos pequeños gestos", destacó Ana.