Cómo marcan casas y delegan atracos a porteños, cordobeses, marplatenses y mendocinos Cómo marcan casas y delegan atracos a porteños, cordobeses, marplatenses y mendocinos
Marplatenses, cordobeses, tucumanos, porteños y mendocinos. En apariencia, no tienen nada en común, pero en lo que va del 2019 perpetraron audaces atracos armados en Santiago alzándose con millonarios “botines” y sin delatar a los “marcadores”.
La última incursión u odisea tuvo de involuntaria víctima a una anciana de 74 años del B° Cabildo, según se desprende de la investigación comandada por el fiscal Sebastián Robles, quien mantiene presos a dos marplatenses.
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El prólogo de la página criminal recuerda que el mes pasado la anciana pidió a un vecino kinesiólogo que le vendiera joyas, atesoradas por largas décadas.
Joyería y venta
El hombre fue a una joyería céntrica y le habrían tasado-comprado las joyas en $ 200.000, pero pagaderas en dos cuotas de $ 100.000.
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Apenas habrán transcurrido 20 días que tres marplatenses “descubrieron” su amor por Las Termas y, urgente, arribaron en una Ford EcoSport y un Ford Fiesta.
Recorrieron 60 kilómetros y se presentaron, de noche, en la casa de la solitaria vecina.
Habrían trepado la tapia e irrumpieron en la casa de la anciana, quien vive con un ahijado, en ese instante de paseo (en el centro) con su pareja. Los visitantes -no invitados- barretearon una ventana y se deslizaron hacia el interior.
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Pesadilla despierta
Los policías indicaron que un asaltante despertó a la mujer tapándole la boca. Aterrada, fue obligada a callarse y con un pedazo de sábana, le ataron las manos a la cama.
En menos de cinco minutos, confesó que los $ 200.000 estaban celosamente guardados en un ropero.
Mientras, el ahijado regresó y advirtió la llave puesta desde adentro de la puerta.
Jamás lo había hecho la anciana y sospechó que algo no estaba bien.
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Husmeó por la puerta entreabierta y vio a dos desconocidos: uno en el hall y otro cerca de una de las habitaciones.
Rarezas, ninguno llevaba armas. Rápidos, los visitantes se asumieron delatados y huyeron por el fondo de la casa, alcanzando la libertad hacia las calles Thomas Edison y Domingo Palacio.
La damnificada fue rescatada en minutos. De sus $ 200.000, sólo quedaba un ropero abierto y vaciado íntegramente.