Una actividad que se transmite de padres a hijos Una actividad que se transmite de padres a hijos
ganaderos que se inclinan por esta actividad. Primero
fue su abuelo, un inmigrante libanés que comenzó a despuntar
la actividad en la zona de Urutaú. Actualmente, Juan Zeman padre
de Juan Antonio es quien le fue transmitiendo el cariño por
el campo.
“Para entusiasmar a tu hijo, hay que llevarlo con vos al campo
todas las veces que puedas, hacerlo sentir parte del proyecto,
escuchar sus opiniones, dejarlo hacer, y si se equivoca, es
cuando más aprende. Que sienta cariño por los animales, que
aprenda a cuidarlos, darles de comer. Hacer que disfrute del
nacimiento de un ternero, de participar de una exposicion, de
entrar con un animal a pista”, señaló Juan Zeman.
Agregó que este tipo de cosas “es lo mejor que te puede pasar
en la vida, porque todo el esfuerzo que se hace en construir,
va a tener continuidad. Hoy en día no les gusta mucho el campo
a los chicos, la tierra, el calor, el frío, son obstáculos, que no
cualquiera los supera”.
Recordó que su padre, “un inmigrante libanés, se instaló al
norte de Santiago en Urutaú. Tuvo un almacén de ramos generales,
un obraje y comenzó a criar animales. De chico, pasaba
todas las vacaciones en el campo. Era mi mayor alegría, y me
gustaban mucho el campo y los animales”.
Pero, “con el tiempo el campo se vendió, y con las vueltas
de la vida después de unos 30 años retomé la actividad ganadera,
a la par de mi profesión. Lo disfruto mucho, me permite
compartir tiempo con mi hijo, plantearnos objetivos juntos, hacer
amigos, compartir. Es una actividad a largo plazo, que genera
trabajo y producción”.
Puntualizó que “junto a mi esposa desarrollamos una tarea
solidaria con la gente del lugar, como lo hacia mi papá. Hay muchas
necesidades, y los políticos se acuerdan de la gente sólo
en la época de elecciones. Es decir que con la ganadería puedo
hacer muchas cosas, y estoy muy agradecido”.







