“EL ÉXODO JUJEÑO”

Clemente Di Lullo – Historiador Miembro Correspondiente de la Asociación Cultural Belgraniana de CABA

En la fecha se cumplen 211 años de aquel retiro en masa de las poblaciones de Jujuy y Salta ordenadas por el General Manuel Belgrano, conocido como “el éxodo jujeño”. ¿Cuáles fueron sus causas? ¿Cómo se llevó a cabo? y ¿Cuáles fueron sus consecuencias? 

Respondiendo a la primera cuestión diremos que la derrota del ejército patriota en Huaqui significó no solo una  gran  derrota  militar sino que puso en crisis la continuidad del movimiento revolucionario. Después de este triunfo, las tropas realistas iniciaron un avance incontenible y confiado por el Norte. Las victorias de Cochabamba, Potosí y Suipacha lo verifican.

Enterado de estos sucesos, Belgrano dio a conocer el “Bando a los Pueblos de la Provincia de Salta” el 29 de julio de 1812, del cual extraemos los fragmentos más significativos

“Siempre les hablé con la verdad” … “llegó pues la época en que manifestéis vuestro heroísmo y de que vengáis a reuniros al Ejército de mi mando, si como aseguráis queréis ser libres”.

Luego determina con precisión y detalle cómo debían proceder los distintos sectores de la población para disponerse al abandono de su tierra natal, dejan- do claramente establecido que quien desobedeciera lo dispuesto sería acusado de traidor a la patria, y como tal, sometido a la pena de muerte, sin recurso legal alguno.

Sin posibilidad de ofrecer resistencia, Belgrano decide utilizar la estrategia militar conocida como “tierra arrasada” que consiste en dejar desierto el territorio a ocupar por el enemigo de tal modo que no pudiera encontrar ningún elemento o recurso que sirviera para su utilidad.

Así fue como el 23 de agosto de 1812 comenzó el peregrinar del pueblo jujeño hacia Tucumán. Atrás quedaba las casas derrumbadas, los campos incendiados, los pozos de agua tapados o envenenados. El ejército realista solo encontraría el auxilio de pocos que escondidos entre los montes habían quedado en Jujuy, pero dicha ayuda de poco o nada le serviría.

La tristeza y angustia del pueblo quedaron reflejadas en coplas populares como la que cita María Elena Speroni.

“ Adiós  jujuycito adiós, me voy, te dejo llorando, la despedida es muy triste, la vuelta quien sabe cuando”

El patriota santiagueño, Coronel Lorenzo Lugones fue parte activa de aquel hecho histórico como integrante del Cuerpo de Voluntarios Decididos. Al escribir sus “Memorias” recuerda su participación del siguiente modo:

“El ejército y familias, con pequeños intervalos, formábamos a la vez una sola familia. El enemigo entraba en la plaza cuando nuestro ejército desfiló en retirada, cubriendo sus espaldas con reforzadas guerrillas que a pesar del esfuerzo que hacíamos, no éramos suficientes para contener un enemigo que con dobles fuerzas nos perseguía con tenacidad sin dejarnos descansar: nuestra retirada llegó a ser tan apurada que tuvimos que pasar muchos momentos de conflicto y desesperación; entretanto, el general Belgrano recorría la columna de punta a cabo, dando órdenes que se debían cumplir bajo pena de vida, mientras que los valientes Díaz Vélez y Balcarce sostenían la retirada del ejército y las familias, peleando día y noche con la vanguardia enemiga”

La retirada debía llegar hasta Córdoba, según le había ordenado el gobierno de Buenos Aires, pero Belgrano desobedeció y decidió hacerse fuerte en Tucumán.

Esta actitud tendría consecuencias insospechadas en el devenir de este hito histórico. Allí, consiguió reordenar sus fuerzas, equiparlas con armas y pertrechos convenientes con las que pudo enfrentar y derrotar a las tropas realistas en la Batalla de Tucumán, primero y en la Batalla de Salta, después. Con estas victorias contundentes aseguró el Norte para el ejército patriota y permitió el regreso de los emigrados a Jujuy el 21 de marzo de 1813, fecha que se recuerda en la historia local como el “Día de la reconquista”.