El pescador era sobrino del comisionado municipal de Villa Silípica

Intensas horas de dolor y conmoción se viven en la localidad de Villa Silípica, de donde era oriundo José Alejandro Acuña, el pescador que fue rescatado sin signos vitales en las aguas del Río Dulce.

Y es que Acuña (35) era un reconocido vecino del lugar. Además era productor rural, padre de dos niños, un activo agente comunitario y sobrino del comisionado municipal de Villa Silípica, Manuel Acuña.

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Su cuerpo fue encontrado en horas de esta mañana, por efectivos del GER y de la policía de árraga. La corriente del agua lo había arrastrado hasta Campo Grande, a varios metros de donde había desaparecido, en la tarde de ayer.

La fiscal de turno, Dra. Aida Farrán Serlé determinó que los restos de Acuña fueran trasladados por personal de Bomberos de la Policía de la Provincia hasta la morgue judicial, donde será examinado y se evaluará la necesidad de realizar peritajes más complejos o directamente será entregado a sus familiares.

Parentesco

Además de ser sobrino del comisionado municipal de Villa Silípica, cabe la pena mencionar también que el fallecido, era nieto del famoso Florindo Acuña, quien se hiciera conocido por recorrer toda la región del Camino Real en épocas de las fiestas patronales con su ancestral instrumento. Dicho instrumento era el "erke"; una especie de corneta que variaba de tamaño y que el mismísimo Florindo supo producir. El mismo, llegaba a medir hasta 3 metros de largo ya que se buscaba aumentar el volumen y el cuerpo del sonido.

En la útlima fiesta de San Esteban que se desarrolló en diciembre pasado, en Sumamao, testigos informaron que José Alejandro Acuña, en medio de una emotiva presentación, tocó el erke que le dejó su abuelo por primera vez desde que éste falleciera a principios de febrero del año pasado.

Casualidad

Por otra parte, también vale la pena resaltar que la muerte de Acuña se produjo apenas dos días antes de que se cumpla un año de otra gran tragedia que marcó a la comunidad de Silípica, como lo fue la muerte de los hermanos Coronel (de 30 y 34 años), quienes también fueron arrastrados por la corriente del Río Dulce cuando se encontraban pescando a la altura de Sumamao. Los hermanos, eran oriundos de Nueva Francia.