"Han inventado un delito de amistad", señaló el abogado del empresario

"Confío en que Ramiro Petros no llegará a juicio. Antes debe ser absuelto. Pero aún así, nadie le saca el mote de narcotraficante", interpretó su abogado Miguel Torres, al objetar el pedido de la Fiscalía de prisión preventiva del empresario.

Petros permanece detenido (desde el 26 de enero) junto a su amigo, Luciano "Kiwi" Gamboa; el profesor de boxeo, Andrés Díaz Martínez y el amigo de éste, también boxeador, Cristian Sebastián Díaz.

Las investigaciones comenzaron en el Juzgado Federal en 2017. Una vecina denunció que "Kiwi" vendía drogas. De inmediato, fue intervenida su línea telefónica. Luego, fue el turno de Díaz Martínez. A posterior, los gendarmes "escucharon" a Marcos Arambuena y por último, a Cristian Sebastián Díaz.

En esencia, los dos boxeadores están imputados por "tenencia con fines de comercialización’ y tenencia de arma": Díaz por uso civil y el otro, de guerra.

Petros y Gamboa fueron imputados por "tenencia con fines de comercialización"; suministro de estupefacientes a título gratuito" y "aplicación de estupefacientes mediante engaños".

Torres subrayó que su cliente no cayó en la oleada de escuchas, pero juzgó: "Inventaron un delito de amistad’, al aludir los excesos atribuibles a Kiwi".

Para la Fiscalía, Petros cedía su casa, epicentro o punto de encuentro de fiestas nocturnas, abundantes en alcohol y quizá drogas, según se aferra a la denuncia de dos jóvenes que en septiembre del 20128 denunciaron haber sido drogadas.

Desde ese mes, la Fiscalía incluyó a Petros en el pelotón del denominado "narcos vip".

Sin embargo, su línea no habría sido intervenida, aunque los gendarmes alcanzaron a grabar una conversión con "Kiwi": "Traeme el agua sucia", le habría señalado, pero sin que la Fiscalía confirmara que se trataba de su número de celular.