Alumna confesó en escuela de Santa Fe que fue entregada por su hermana y vejada en Santiago

Una menor de 12 años reveló que fue encerrada en una habitación por su propia hermana, de 15, quien la habría cedido a un joven que terminó saciando sus bajos instintos, mientras la familia visitaba a unos amigos en un campo del departamento Rivadavia.

La historia acaba de estallar en la Fiscalía de Añatuya, General Taboada.

Según la cronología, la víctima y su familia residen en el departamento Rivadavia. La menor estudia en una escuela situada en la provincia de Santa Fe, pero regresa los fines de semana a Rivadavia.

Catarsis en el aula

Semanas atrás la menor habría sufrido una crisis de llanto y terminó confesando a sus maestros que había sido víctima de una violación.

Los docentes interpusieron la denuncia que recaló en un fiscal santafesino.

En su crudo relato, la alumna indicó que su familia fue de visita al campo de unos amigos, en Rivadavia.

“Mi hermana de 15 me llevó y encerró en una pieza. Le dijo al amigo que venga. Y después él me violó”, subrayó.

Urgente, los maestros acudieron a un fiscal y el funcionario dio los primeros pasos judiciales. Luego declinó competencia y giró las actuaciones a su par añatuyense, Cecilia Rímini.

La investigación

Dado a lo incipiente del proceso, Rímini fue a lo seguro: asistió a la nena con un médico.

El profesional confirmó desgarros y “abuso sexual de antigua data”.

Después, Rímini citó a la madre de la víctima y la respuesta causó perplejidad colectiva.

La mujer habría sugerido que nada es verdad y que su hija tiende a fabular.

Es más, hasta habría manifestado que la joven de 15 años sufre de retraso madurativo, trascendió.

Sin embargo, los dichos de la madre no concuerdan con el informe médico.

La víctima proveyó nombre y apellido, pero la madre intenta redireccionarlo todo hacia cualquier otra parte.

Cámara Gesell

Sin modificar su estrategia de trabajo, la fiscal ahora procura rápida fecha para que la menor hable en Cámara Gesell.

Con los asistentes sociales y psicólogos, Rímini intentará adentrarse en lo ocurrido, para establecer certidumbres.

Si la nena fabula, los expertos lo decodificarán.

Si está ocultando el nombre de otro abusador, la verdad aflorará.

Si alguien la presiona o amenaza para que retoque su testimonio, también los expertos lo descubrirán.

Socio ambiental

Mientras, la Fiscalía remitió oficios a varios organismos y requirió un informe socio ambiental.

Al parecer, la familia trabaja en un campo privado.

Allí transcurría sus días la nena cuando fue violada y a ese mismo ámbito retornó después de “desnudar” su alma ante los docentes y directivos.

Previsora y perspicaz, Rímini busca evitar que el entorno vaya a persuadir a la nena, instándola a cambiar el tenor de su versión.

La funcionaria afectó ya a la causa a un equipo de expertos capaz de mediar entre el abuso y factores externos, es decir obtener de la víctima lo que en verdad sucedió.

Para ello, Rímini sabe que el tiempo siempre conspira contra el descubrimiento de la verdad.

Aún con la feria judicial a la vuelta de la esquina, los técnicos volverán al campo y la nena no será relegada a su cruda soledad. l