Miguel Mandrille: "Fue un milagro lo que pasó en la ruta, se salvó una vida"

A 24 horas de haber protagonizado un violento accidente en la ruta nacional 34, cerca de Forres, donde volcó su camioneta tras rozar una motocicleta, ayer el ministro de Producción provincial, Miguel Mandrille, agradeció a "Dios" que no hubiera muerto nadie. Sostuvo que lo que pasó el sábado por la tarde, "fue un milagro".

El funcionario habló telefónicamente con EL LIBERAL desde su domicilio, donde se recupera de los golpes tras los 6 tumbos que dio con su camioneta Toyota, al pegar dos volantazos, primero para evitar pegar de lleno a un motociclista que se le cruzó, según recordó; y luego, para no chocar de frente con los vehículos que venían en sentido contrario ya que por unas milésimas de segundo, quedó en contramano.

Mandrille repasó esos instantes dramáticos y de terror en la ruta nacional 34.

"Estoy gracias a Dios en casa, con la familia. La verdad que es un milagro porque el conductor de la moto que iba en el mismo sentido mío, de norte a sur, cuando llegó a una calle, se cruzó sobre la ruta sin mirar para atrás", señaló el funcionario que agregó que el motociclista iba "sin casco, sin nada".

"Obviamente que el reflejo del ser humano es pegar el volantazo", recordó sobre la brusca maniobra que hizo para evitar "pegarle" de lleno al motociclista, identificado como Ramón Paz, de 28 años, vecino de Buey Muerto y que derrapó su motocicleta Motomel 150 cc tras el roce con la camioneta.

"Y después -continuó con su relato-, una vez que evito el impacto con la moto, volver hacia mi carril, porque veía que venían vehículos de frente y es imposible mantener la camioneta dentro de la calzada y comienzo a dar tumbos", dijo sobre la secuencia posterior, en la que volvió a pegar un volantazo para evitar chocar de frente con los vehículos que venían en sentido contrario por la ruta nacional 34 y que es cuando comienza a dar tumbos hacia su derecha.

"Es un milagro, porque no podría haber sido tan milimétrico y tan exacto (la maniobra), de evitar arrollar, de pegarle de lleno al motociclista que se cruzó ahí, adelante de la camioneta, de pegar semejante volantazo y volver otra vez. Iba de norte a sur, volantee a la izquierda y volví hacia la derecha, y ahí ya no pude tenerla más. Obviamente que al motociclista lo hubiera aplastado si lo tocaba. Sí, a la moto la toqué obviamente, pero lo podría haber agarrado de lleno", relató.

"Pero, bueno, son esos reflejos, de milésimas de segundo, que Dios te pone en la mano. Y después de cinco o seis vuelcos, ahí nomás, no agarré un ningún árbol, pare antes del tronco; y el autito que venía adelante pasó mientras yo estaba sobre la ruta en forma descontrolada ya, creo que dando vueltas", dijo sobre la secuencia crítica en la ruta tras evitar la colisión de lleno con la moto.

"Estoy dolorido, pero no me importa eso. Lo importante es que una vida se salvó y, bueno, puse en riesgo la mía. Pero gracias a Dios, son los reflejos de cada uno y lo más importante de ese momento fue no impactar de lleno con el de la moto y por eso el volantazo", describió.

"Son segundos de descuido que tiene el ser humano, cruzarse en la 34 sin mirar para atrás. No miró, se metió, miró el de adelante que venía. Cuando pasó el de adelante, que venía de de norte a sur, en sentido contrario, se larga. Bueno, son milésimas de segundo que pasa esto, pero gracias a Dios que lo puedo contar. Golpes son golpes y esto después pasa, pero las vidas no se recuperan más", finalizó.