"Nos sentimos felices y en el lugar donde queríamos estar"

¿"El tiempo otra vez avanza" es un disco más duro y sombrío que las anteriores producciones de "No Te Va Gustar"?

Es según la percepción de cada uno. A mí me parece que tiene un poco de eso, pero también tiene mucho optimismo. Tal vez, musicalmente, yo lo vea así. Tal vez, en cuanto a las letras, no. Me parece que es una percepción que está buena que cada uno se dé cuenta de qué es lo que le llega.

¿Cómo marcó la muerte del tecladista Marcel Curuchet las canciones del disco?

Nos marcó la vida. Las canciones son parte de nuestras vidas y más allá de que hayan dos canciones que hablan directamente de él, tuvo este disco una carga muy especial por ser el primero que grabábamos sin Marcel. Si nos marcó en cada instantes de nuestras vidas, el disco no podía ser ajeno a eso. Además, el título del disco viene a raíz de eso. "El tiempo otra vez avanza" es por que empezamos a sentirnos felices y de que estábamos en el lugar donde queríamos estar.

¿De quién te sientes emancipado cuando, en "Paranoia", enfatizas con el "Libre de tu sombra, libre de mí"?

De uno mismo. La canción habla de eso, de los fantasmas de uno mismo que vuelven a aparecer cada tanto cuando uno cree que ya están atrás. Cualquiera sea, ese show que no querés ver y que crees que ya te lo olvidaste, cada tanto vuelven esos fantasmas con esa sombras que uno no quiere. "Paranoia" habla de mí más que de un tercero... cuando aparece uno mismo a boicotearse.

Si no es indiscreción preguntártelo, ¿cuáles son esos fantasmas de lo que quieres liberarte?

Prefiero guardármelos, para que no aparezcan (sonríe).

Qué metáfora la que utilizas en "Comodín" cuando dices "Cierro la puerta y me trago la llave" para referirte al haber encontrado la libertad y dejar de ser una "segunda opción".

Tiene ese sentido. Igualmente, no habla de mí. Simplemente, es una canción que tiene ese sentido que interpretaste, que es el de dejar atrás lo que te hizo mal y...¡ya está!...¡libertad!

Por parafrasear lo que dices en "Detrás del cerro", te pregunto: ¿De qué sirve el lamento del tiempo perdido?

No sirve absolutamente de nada. Eso pasó, se perdió. Hay que vivir el presente. Debemos pensar en el futuro, pero no olvidar nuestro presente.