"Siempre estuve segura de que este día iba a llegar"

El cansancio se denota en su rostro. Pero sus ojos tienen el brillo particular que le da la esperanza. Analía Boutet es la mamá de Luz Milagros, la bebita que sobrevivió 12 horas en la morgue luego de haber sido dada por muerta, y que desde entonces libra una terrible batalla porque quiere seguir viviendo. Ayer, ambas regresaron a la ciudad de Resistencia donde seguirá una nueva etapa de su recuperación luego de permanecer internada poco más de dos meses en el Hospital Italiano de la Capital Federal.

Ayer, EL LIBERAL dialogó con Analía poco antes de que se cerraran las puertas de la sala 4 de la terapia intermedia del Hospital Pediátrico “Avelino Castelán” de Resistencia, donde Luz Milagros continuará con su tratamiento, y su primera reflexión fue: “Siempre estuve segura de que este día iba a llegar”.

“Me siento un poco cansada por el viaje y los preparativos, pero contenta por cómo se están dando las cosas con Luz Milagros. Ha evolucionado muy bien y creemos que esta será la última etapa de su recuperación. De todos modos, la lucha de ella es día a día, pero estamos muy confiados”, confesó.

Dijo que sólo tiene palabras de agradecimiento por todas las muestras de afecto que recibió de mucha gente no sólo de esta provincia, sino de todo el país que de una u otra manera le hicieron llegar su apoyo.

El mejor regalo

Precisamente hoy, Analía cumple 30 años, y está segura de que Dios le ha hecho el mejor de los regalos.

“Estoy muy contenta por haber regresado a mi provincia. Esto es un regalo de cumpleaños, mañana (por hoy) cumplo 30 años, y el domingo es el Día del Niño. Lo vamos a poder festejar aquí con los hermanos y el papá de Luz Milagros”, dijo entusiasmada.

Pero el optimismo de Analía fue más allá y dijo que confía que en poco tiempo la beba pueda dejar el hospital chaqueño para ir a su casa con su familia. “Estamos con mucha expectativa de seguir para adelante”, afirmó.

Luz Milagros nació el 3 de abril pasado en el hospital público Perrando de Resistencia. Los médicos que asistieron el parto la dieron por muerta, pero doce horas después Analía y su esposo la encontraron con vida en la morgue de ese centro de salud.

Respecto de cómo había vivido todo este tiempo junto a la pequeña Luz Milagros, Analía comentó: “Siempre me respondió cuando le hablaba, moviendo su carita o sus manos; a mí me responde y es lo que importa en realidad”.

Boutet, como el resto de la familia Verón, tiene una fuerte creencia religiosa, y “poder observar la evolución diaria de Luz Milagros” fue lo que la mantuvo en pie, “ya que confiaba que Dios podía hacer esto posible”.

“Los médicos se guían por los estudios, pero acá se ve que está Dios, acá hay algo más y es el poder de arriba”, dijo la mamá.

Analía agradeció la atención de todo el personal del Hospital Italiano: “Fue buenísima”, calificó y ponderó la tarea de los médicos, los enfermeros y de “la gente por todas las cosas que le han regalado a Luz”.

Precisamente su profunda creencia religiosa le ha otorgado a la familia de Luz Milagros una paz firme y permanente, lo que los llevó a no guardar rencor a quienes hicieron mal las cosas al dar por muerta a su pequeña hija, y hoy sólo se aferran a la esperanza de mantenerla con vida.

“No tenemos tiempo ahora para eso, no me senté a pensar sobre este tema ya que estamos pensando en ella que es lo importante”, respondió Analía cuando se la consultó sobre este punto.