Ante el cierre de prostíbulos aguzan el ingenio para seguir trabajando

Con la nueva reglamentación de la ley de Trata se prohíben las whiskerías y los lugares donde haya dormitorios y mujeres practicando la prostitución, ya no se habilitan más lugares con este fin. De tal manera que se cerraron locales de este tipo en Selva, Fernández, Frías, Las Termas, Santiago del Estero y La Banda. No quedó prácticamente ninguno en funcionamiento.

A raíz de ello, la División de Trata de Personas realiza controles generalmente los fines de semana, que es cuando se produce una mayor actividad en este rubro, para evitar que se monten locales clandestinos o que los clausurados reabran ilegalmente pese a la prohibición de su funcionamiento.

Revelaron que también se realizan patrullajes preventivos en las calles para controlar que en el marco de la prostitución callejera no se produzca exhibicionismo indecente y que no haya menores ejerciendo esta actividad.

Al respecto, el comisario Jorge Cárdenas, subjefe de esta dependencia policial, precisó que cuando se detecta menores en actitud de prostitución se las lleva a la dependencia policial, desde donde se contacta a los padres o mayores responsables para ponerlas bajo su tutela nuevamente.

Consultado sobre el destino de las mujeres que trabajan sexualmente en los locales que se fueron cerrando, el funcionario citó por ejemplo el caso de un local cerrado en la ciudad de Fernández: “Ahí trabajan una mujer de Chaco, una de Buenos Aires y una bandeña. La de Chaco decidió volver a su ciudad, la de Buenos Aires también dijo que se iba a su provincia y la de La Banda, suponemos que se encuentra trabajando en las calles”, porque el ejercicio de la prostitución “no está prohibido”. l