¿Acaso hay mejor lugar para soñar que París? ¿Acaso hay mejor lugar para soñar que París?
La gran incógnita es si el gobierno propuso algo más que un nuevo Repsol (bono con pequeño pago al contado) que no funciona en este caso, en tanto cualquier reestructuración requiere de un análisis de sostenibilidad del FMI del tipo que realiza habitualmente en sus misiones de Art. IV.
Así, la misión del Fondo es condición necesaria para una reestructuración en un plazo razonable, como ya le hicieron saber a los enviados de Economía cada vez que propusieron algo similar en los últimos cuatro años.
Uno imagina que sólo si se espera realizar alguna concesión en este frente Economía se tomaría el trabajo de viajar de manera tan promocionada a París -aunque lo mismo hizo recientemente a China, fruto de un malentendido básico. Y la (inexplicable, casi una obsesión personal) resistencia de CFK a recibir la misión del FMI aún no se ha disipado.
En suma, tal como venimos indicando desde el comienzo de esta transición (ahora algo desordenada), cercados por la presión cambiaria y la caída de reservas, podría el gobierno estar dispuesto a conceder una misión de art. IV a cambio de cerrar este frente y habilitar fondos multilaterales y bilaterales. Un avance en este tema, que aún no está cerrado y que puede aún requerir más idas y vueltas, sería una noticia positiva tanto para la prognosis de dólar y reservas como para el crédito soberano.
(*) Economista, director de la consultora Elypsis







