"A los 11 años mi padrastro me violó y me dijo serás mi mujer" "A los 11 años mi padrastro me violó y me dijo serás mi mujer"
Aquel ultimatum cayó incomprensible en la víctima, quien tenía 11 años.
El ataque sexual ocurrió en Pinto, Aguirre. En la misma pieza, descansaban los hermanos de 4, 5 y 6 años, pero no despertaron.
Cada capítulo de tamaña historia empezó a ventilarse ayer en juicio privado, a cargo de la Cámara del Crimen de 3a Nominación.
Hartazgo
“Años después, la mami se fue de la casa harta de las palizas. Con los años, me puse de novia y mi padrastro me violaba antes que yo fuese a ver a mi pareja”, añadió la joven.
“Quedé embarazada. Tenía relaciones con mi novio, pero a la vez mi padrastro me violaba. No sé quién es el padre de mi hija”, ahondó la menor.
Agregó que en infinidad de ocasiones fue a la policía, pero “no querían recibirme la denuncia”.
Según la hijastra: “El me decía que si caía preso, cuando salga nos mataría a todos”.
Una de las pocas personas a las que confió los ultrajes del padrastro (de apellido Gorosito), fue la madre de éste: “Te has salido con la tuya. Hubieras hecho una exposición. Yo sufrí abusos y malos tratos de mi marido y nunca lo denuncié”, habría reprochado la abuela a la menor.
“Mi padrastro sabe que mi hija es suya. Siempre que me violaba me decía que quería tener otro hijo conmigo. Cuando nació mi hija, al otro día me violó de nuevo. Perdí un punto de sutura”, profundizó.
La otra niña
La hermana de la menor fue ultrajada “desde los 9 años. Empezó manoseándome. A los 13 fuimos al paraje Domingo de Ramos (departamento Mitre). Una noche, me despertó y sacó de mi cama, donde también estaban mis hermanos. En su pieza me violó”.
Con el tiempo, la menor se fue de la casa y se puso de novia.
“Quedé embarazada. A los 4 meses volví a casa y mi padrastro de nuevo me violó”, ahondó.
Del relato de la hoy joven se desprende que toda la familia vivía aterrada.
“Una de mis hermanas estaba presente en más de una ocasión. él nos llevaba a la pieza y nos violaba. No le importaba nada”, afirmó a la policía, agobiada de tanta humillación.
Pese a que los adultos no interferían, la abuela y los cuñados interpretaban que algún día el padrastro pagaría por todo el daño que les había provocado a las hermanas desde pequeñas.
Ya adolescentes, ambas dejaron el hogar y junto a sus parejas acudieron a la policía y forzaron la detención del individuo. l
