Vicente Viloni es peluquero Vicente Viloni es peluquero
“Dejar de luchar fue comenzar a morir en vida. El final fue abrupto. Desembarcó Tomás Yankelevich, no le interesó el programa y lo levantó. Dejé de respirar. Antes teníamos un show todas las semanas y ahora lucho una vez por mes, con suerte. Y no soy actor, soy luchador y quiero morir arriba de un ring“, reveló el ex sodero a Semanario.
Sin darse por vencido, ese mismo año abrió junto a Gustavo Gallo la peluquería Gallito & Cia con el fin de seguir conectado con los chicos. “Yo era su sodero en Lugano. Existía la posibilidad de abrir un gimnasio, pero yo hubiese tenido que estar todo el tiempo. Acá, él está más a cargo por su profesión y yo puedo seguir entrenando, luchando, haciendo presencia en cumpleaños o visitando a nenes enfermos. Igual, la idea de la escuelita de lucha está”, contó Vicente que, además de sodero, supo ser físicoculurista y boxeador.
En el local del barrio de Montecastro, ubicado en Av. álvarez Jonte 5000 esq. Bermúdez, se encarga de atender el teléfono, tomar turnos y jugar con los nenes: “Antes barría, pero ahora no me dejan hacerlo más. Mi socio dice que queda feo que me vean haciendo eso”.
Proyectos
Viloni adelantó que está grabando “los bolos de un nuevo ciclo llamado ‘Lucha Extrema’, un proyecto de Sybila Producciones, junto a otros luchadores de ‘100% Lucha para rearmar el corazón del programa y salir a buscar canal“.
El luchador, papá de Sebastián (9) y Daiana (17), económicamente está estable, pero nota la diferencia. “Cuando estaba en TV me llamaban de todos lados. Ahora, como no estoy de moda, no me llama nadie. Son las reglas del juego, lo entiendo, no voy a hablar mal de nadie. Ahora prefieren llamar a Violetta y está bien”, subrayó quien fuera ídolo de los chicos.
Vicente Viloni les regaló a los más chicos momentos apasionantes sobre el ring. “La lucha cambió muchísimo desde sus comienzos. Estamos al nivel de llegar arriba del ring haciendo lucha de verdad. No hay tongo. Acá todos se suben y se matan a piñas. En este tipo de lucha tenés más libertad de usar elementos y agregarle cosas, como una silla por ejemplo. Los chicos no se comen ninguna mentira. Quieren ver luchadores de carne y hueso cagándose a trompadas”, solía decir cuando le preguntaban si los enfrentamientos eran reales.
Arriba del ring Viloni nunca fue un actor. Fue siempre un luchador poniéndole el cuerpo al show. Tal como lo hizo en las películas que hizo para 100% Lucha. Sigue soñando con volver. l








