Ahogamiento secundario: un enemigo del verano que afecta a todos los niños Ahogamiento secundario: un enemigo del verano que afecta a todos los niños
La mayoría de los padres piensa que después de que su hijo ha estado nadando o jugando en el agua, el riesgo de ahogarse ha terminado. Desconocen que pueden hacerlo después de haber salido de la piscina. A ello se lo denomina ahogamiento secundario o en seco y aunque no suele ser muy común los médicos advierten a los padres, ya que esta afección puede ocasionar incluso la muerte.El ahogamiento secundario sucede, al igual que el ahogamiento primario, cuando el niño inhala agua, pero a diferencia de este último, el secundario no se produce inmediatamente sino entre los 15 minutos y las 72 horas de haberse producido la inhalación. Generalmente se genera después de haber sufrido un semi ahogamiento, es decir, después de haber sido "resucitado".
"Este episodio sucede cuando el niño traga agua y parte de lo que inhaló se va al pulmón. Esto provoca los primeros síntomas, como la tos, agitación y disnea. Es fácil detectarlo, porque el niño manifiesta cambios. El menor al haber tragado mucha agua vomita lo ingerido, y al hacerlo, parte de ese líquido puede trasladarse al pulmón, provocando complicaciones serias. Generalmente sucede a pocos minutos de haber ingerido involuntariamente el agua, aunque puede manifestarse también horas después", explicó la Dra. Nora Dalale, médica pediatra.
El agua que entra en los pulmones causa inflamación o hinchazón. Esto hace que sea difícil o incluso imposible la transferencia de gases en los pulmones. Puede aparecer hasta 24 horas antes de que el niño comience a mostrar signos de sufrimiento.
"A los niños hay que supervisarlos. Algunos pueden presentar convulsiones después de haber salido de la pileta. El problema es cuando el agua va hacia el pulmón y se agrava cuando está infectada. Incluso puede causar neumonías. Ante los primeros síntomas hay que llevar al niño al centro asistencial en lugar de los primeros auxilios porque necesitará oxígeno, que se le mida el oxígeno de la sangre y la temperatura", indicó Dalale.
Síntomas
Es importante conocer los signos de ahogamiento seco o secundario: entre los más importantes se encuentran la tos constante, vómitos, dolor de pecho, dificultad para respirar, somnolencia inusual; y cambios en el comportamiento como la irritabilidad o descenso en los niveles de energía, lo que podría significar que el cerebro no está recibiendo oxígeno.l








