La directora de "Gilda" habló sobre el verdadero milagro

Lorena Muñoz está orgullosa por la enorme repercusión que tiene "Gilda: no me arrepiento de este amor", película que dirigió, pero la felicidad la invade plenamente por haber logrado acercar almas y que el amor prime en la relación de los que que sobrevivieron a la muerte de María Alejandra Bianchi, "Gilda". En una entrevista exclusiva con EL LIBERAL, Lorena habló sobre este y acerca de la gran artista popular.

¿Qué tienen en común "Gilda" con "Noche de estreno", de John Cassavetes?

Muchas cosas. Soy una gran admiradora de John Cassavetes y la protagonista de este filme de Cassavetes, Gena Rowlands, es mi actriz preferida. Tomé de referencia esta película porque me parecía muy interesante esta contradicción interna que tiene la actriz con el personaje que le tocó interpretar. Me pareció que esa lucha interna se podía potenciar en la película de Gilda porque empecé a trabajar, desde la puesta en escena y no solamente la actuación de Natalia, el hecho de la doble. Yo también tenía referencias de La doble vida de Verónica (de Krzysztof Kielowski y protagonizada por Irène Jacob) en el hecho de las dos mujeres: por un lado es Miriam Alejandra Bianchi y, por otro lado, es Gilda. Me resultaba muy interesante esas dos formas de una misma mujer. Y eso es lo que trata la película. El tema de la doble fue muy trabajado, muy pensado. Todas las películas de Cassavetes, y en especial ‘Noche de estreno’, tienen ese condimento que está relacionado con las fans, además de las puestas en escena en cuanto a la cámara y a la luz y los planos secuencias que son muy extensos. Yo lo admiro muchísimo y ahí tratamos de tener inspiración.

Precisamente, ese plano secuencia con el que usted abre la película define como va a ser la trama, como quiere contar la historia de María Alejandra Bianchi-Gilda.

Exactamente. Lo que yo había pensado era que necesitaba terminar la película con la vida y no con la muerte. Entonces, junto con Tamara Viñes, al escribir el guión, tomamos esta decisión como para, de alguna manera, sacarnos de encima esto que es un peso tan pero tan grande que teníamos y que tenía que ver con que no queríamos que el espectador se fuera del cine esa tristeza que da cuando se pierde físicamente a una persona que admira muchísimo. Lo que pasa es que los artistas son del pueblo, se deben a su pueblo y nos gustaba dejar una sensación de trascendencia, que es algo por lo que ella luchó todos estos años. Luchó muchísimo para lograr trascender y yo creo que lo logró, a tal punto lo logró que veinte años después se hace una película sobre su vida.

A la luz de las polémicas suscitadas antes, durante y después de la película, ¿ "Gilda, no me arrepiento de este amor" dejó de ser solo un hecho cinematográfico?

Ella siempre fue mucho más que un hecho cinematográfico. Ella es y el hecho cinematográfico viene después. La película es solo un fragmento de su vida. No nos olvidemos que retratar la vida de alguien, lo que se llaman las biopic es sumamente complejo, sobre todo, por todo lo que queda afuera de la historia, yo siempre hablo de eso. Lo más difícil fue conseguir los derechos por parte del hijo de Gilda, Fabricio. Además, hay una construcción de mito enorme que nosotros lo dejamos afuera porque la película no es sobre el mito sino sobre la construcción del mito. La verdad que las polémicas y no sé ni cuáles son. A mí me gusta hablar de la obra. Me gusta que mis películas hablen por mí. No me interesa la exposición. Trato de estar, siempre, lo más cerca posible de la gente y con los pies sobre la tierra para vivir la realidad de lo que pasa. Trato de no conectarme con las polémicas porque me gusta mucho construir.

Sin dudas que logró ese objetivo porque la respuesta que ‘Gilda’ tiene en las salas habla muy bien de la obra y su creadora.

Lo más importante de lo que ha sucedido con la película es todo lo que sucede después en cuanto a los vínculos, en cuanto a Fabricio, el hijo de Gilda, que me abraza y me dice que me quiere, que esta película es un homenaje enorme a su madre, a su hermana, a su abuela, a los músicos que desaparecieron en el accidente, incluso el chofer del micro. Hay mucha gente implicada en esta historia, familias enteras que se han visto perjudicadas por esta tragedia espantosa que dejó trunca a muchas familias. Además, el papá de Fabricio, después del accidente, tuvo otro ACV. Después de todas estas historias trágicas, que él pueda reencontrarse con los músicos que sobrevivieron al accidente y que hace veinte años no los veía, es realmente el verdadero milagro de Gilda, un milagro muy amoroso.