Video | Ojo de Agua: los secretos de los trenzadores santiagueños Video | Ojo de Agua: los secretos de los trenzadores santiagueños
Ojo de Agua es tierra de
trenzadores. Esta reducida
zona del sur de
Santiago del Estero, es
productora de lazos de
cuero crudo de vacunos en gran cantidad
que salen a la venta hacia todo el
país e incluso fuera de él. Hay otros lugares
del mismo departamento que tienen
más artesanos del cuero, pero que
se dedican a la confección de otros elementos
para las monturas de los caballos,
o son hábiles en la elaboración de
todo tipo de rebenques, fustas, taleros,
etc., Sin embargo, los hacedores de lazos
se especializan en este rubro.
En apenas cuatro pueblos se concentra
gran parte de esta actividad. La
Laguna es el paraje donde mayor cantidad
de trenzadores despliegan su arte
cotidianamente. Con una particularidad
muy especial: el 80% de sus pobladores
son de apellido Herrera. Es decir
que son como un gran clan con fuertes
lazos familiares y sanguíneos que se dedican
a lo mismo.
Completan el mapa Piedra Blanca,
otros parajes cercanos, más algunos de
la Villa Ojo de Agua, cabecera del departamento
del mismo nombre.
Esta zona, que ellos mismos estiman
en unos 25 kilómetros a la redonda,
aportan la mayoría de los hombres
que se dedican a esta producción. Son
alrededor de 150 trenzadores, cifra que
surge de multiplicar las cincuenta familias
que pueblan estas tierras por un
promedio de 3 personas por cada hogar
que aprenden a armar lazos desde
muy jóvenes, entre los 11 y los 15 años
de edad.
LA PRODUCCIóN
Los más experimentados estiman
que el proceso completo para armar
un lazo demanda un día y medio a dos
días, entre preparar el cuero entero
hasta terminar un lazo completo.
De todas maneras, no hay una sola
forma de encarar este proceso, ya que
cada familia o cada trenzador adopta
un sistema propio, que le sea más cómodo
o más rendidor, según sus preferencias
y estilo de trabajo.
Así por ejemplo, algunos preparan
el cuero crudo, cortan los tientos y trenzan
en diferentes días, en forma continua
o alternada, es decir, se ocupan
de cada paso del proceso; en cambio
otros se especializan en cortar el
tiento y venderles a los demás.
LáTIGOS
Sólo excepcionalmente,
algunos trenzadores
de lazos, también elaboran
látigos, por pedido de
sus clientes.
MUJERES
Además, algunas mujeres saben
trabajar el cuero de cabra, con el que
arman cuentaganados, que es un trenzado
que lleva diez sortijitas (anillos)
de cuero muy ceñidas que se desplazan
por una corredera y como su nombre lo
indica, lo usan los tropilleros para ayudarse
a contar las cabezas del ganado a
su cargo (le asignan diferentes valores a
cada sortija, como 10, 50 o 100 unidades,
por ejemplo, de acuerdo al tamaño
del rodeo con el que estén trabajando);
también hacen tosquillas (peño lazo de
menos de un centímetro de ancho, que
se ajusta alrededor de la copa del sombrero),
y barbijos (que ciñe el sombrero
a la barbilla del gaucho).
DETALLES
Partes del lazo
El lazo completo consta de un trenzado
principal de entre 12 y 15 metros
de largo (también los hay de
hasta 10 metros, el más corto), al
que luego se le adicionan la parte llamada
“yapa” que lleva la argolla por
donde pasa todo el resto para que se
forme el lazo, con el que luego se enlazarán
vacas, terneros, toros, caballos,
etc.; y la presilla, que lleva un
botón, todo trenzado el conjunto,
que es el otro extremo del lazo que
se ata al apero del caballo y sobre el
cual se sienta el jinete.
GARANTíA
Fortaleza
Los creadores de los lazos garantizan
que cualquiera de sus productos
son capaces de soportar el trabajo
bruto del campo para el que han sido
confeccionados, con animales de
hasta alrededor de 300 kilogramos,
que generan grandes tensiones al ser
enlazados y tumbados por los peones
rurales, para ser apartados para
la venta, marcados en la yerra, vacunados,
etc.
HUMEDAD
La llovizna los
demora
La humedad les dificulta el trabajo
de los trenzadores porque se ablanda
el cuero, por lo que el mejor clima
para trabajar son los días soleados.
VIAJES
Golondrinas
de la papa
Los trenzadores de Ojo de Agua reparten
su año entre su actividad en
sus casas, y sus viajes como peones
golondrina, por lo general dos veces
al año, la primera para la siembra y
la segunda para la cosecha de la papa,
en la provincia de Buenos Aires,
Balcarce principalmente. Cada vez
que regresan, retoman el armado de
los lazos.
ESPECIALISTAS
Cada cual
con su labor
Como el luthier que no suele ser
diestro en la ejecución del instrumento
que construye con sobrada
destreza, los trenzadores admiten
que por lo general no se destacan
enlazando animales con sus propios
lazos, afirmando que “ese trabajo
es para los que trabajan en los
campos”.
MOMENTOS
Prepararse
para las fiestas
Explican que la época del año
en la que más venden es para
fiestas grandes de la región como
Mailín y Jesús María. Por lo
que tienen que prepararse con
grandes cantidades de lazos, porque
los compradores (intermediarios)
se llevan toda su producción.
TIPOS DE
LAZOS
“Panza de
víbora”
Los trenzadores explican que arman
lazos de cuatro, seis y ocho
tientos. éstos se emplean para el
trabajo cotidiano en el campo. Hay
otros de 12 tientos, pero son considerados
un lujo por lo exigente de
su armado y el costo que implica.
Los de cuatro tientos se hacen con
una trenza redonda, pero los de
seis y ocho pueden ser también
de los que ellos llaman “de dos caras”,
ya que de un lado presentan
un punto “redondo” como una burbuja,
y del otro muestran un punto
que ellos denominan “cuadrado”,
pero que en realidad tiene una forma
rectangular. A estos lazos también
se los conoce como “panza de
víbora”, ya que se asemeja a las características
de algunos ofidios del
monte santiagueño como la cascabel.
También hay lazos con “alma”,
es decir un centro de cuero duro
alrededor del cual se arma el
trenzado.








