De la religión al delirio místico De la religión al delirio místico
o sobrenatural, el cual debe ser adorado y obedecido. Esta
creencia va acompañada, por lo general, de un código ético
que se debe seguir y de un conjunto de rituales que se deben
practicar. El límite entre lo religioso y lo delirante no es fácil de
definir. Lo que en un grupo humano forma parte de la creencia,
en otro colectivo podría verse como completamente irracional.
Las personas religiosas muchas veces adoptan el misticismo
como una forma de vida. Este puede definirse como una
exaltación máxima del sentimiento religioso. En ese caso, asumen
un modelo de comportamiento que los acerque a la perfección
desde el punto de vista de su creencia. Buscan, asimismo,
una unión espiritual con Dios. Usualmente la logran a
través de la intuición y del éxtasis, principalmente por medio
de rituales.
Ahora bien, a veces sucede que la persona religiosa construye
un juicio sobre la realidad que no es compartido por los
demás miembros de su creencia. Este juicio se torna inmodificable
y cada vez más intenso. Cuando hay delirio místico, la
persona se obstina en tal juicio y éste la lleva a estados de elevada
preocupación y ansiedad.
Quien padece de un delirio místico comienza a orientar toda
su vida hacia su creencia, que es anómala o alejada de lo
típico. Deja de estudiar, de trabajar y de llevar una vida que
pudiera considerarse “normal”. Es frecuente que sus razonamientos
estén basados en alucinaciones o pseudoalucinaciones,
es decir, en percepciones alteradas de la realidad.
Contenidos y efectos del
delirio místico
Aunque suene un tanto paradójico, el delirio místico representa
un intento por retomar contacto con la realidad. Previamente
a éste, existe una fuerte fractura en la vida psíquica
de la persona. En términos generales, se encuentra con
frecuencia que la persona ha padecido un cúmulo de dolor
que lo desborda. No logra tramitar dicho sufrimiento y se
quiebra internamente. El delirio, entonces, es una forma de recomponer
ese daño interno.
Se ha podido establecer que las personas católicas y cristianas
que padecen de delirio místico, por lo general, elaboran
contenidos relacionados con la culpa y la expiación. Entre tanto,
los judíos tienden más a padecer delirios relacionados con
la presencia de demonios nocturnos.
Más allá del contenido delirante, lo fundamental está en
que afecta notablemente a la vida de quien lo padece. Origina
grandes sufrimientos y lo lleva a establecer juicios falsos
sobre la realidad. También lo aísla y le impide llevar una vida
funcional.







