En qué tipo de delitos se impone la prisión perpetua

La prisión perpetua es una clase de condena privativa de libertad de carácter indefinido y aplicable ante la comisión de delitos considerados graves.

En el sistema penal argentino, existen atentados contra determinados bienes jurídicos que tienen como consecuencia esa sanción contra quien comete cierto tipo de delito.

En ese orden, los hechos que causan conmoción pública, con más frecuencia, son los homicidios agravados enumerados en los 10 incisos del artículo 80.

Dentro de los agravantes, cabe destacar el homicidio calificado por el vínculo, el consumado con alevosía, ensañamiento, con el concurso premeditado de dos o más personas, criminis causa, ya sea para consumar o prepara impunidad y en el contexto de violencia de género, por citar algunos casos.

El cuerpo normativo prevé esta especie de pena, en el caso del artículo 124, cuando se produce la muerte de la víctima en el contexto del abuso sexual del artículo 119 y el aprovechamiento sexual de la inmadurez del sujeto pasivo del delito contemplado en el artículo 120.

Cabe mencionar que, en el supuesto del delito de privación ilegal de la libertad, la normativa reprime con reclusión perpetua, la conducta del sujeto cuando causa intencionalmente la muerte de la víctima.

Asimismo, la figura del secuestro extorsivo, reprime con prisión perpetua al autor del hecho, cuando resulta la muerte de la persona ofendida, según surge del texto del artículo 170 del Código de fondo.

En otro orden, los delitos que atentan contra la seguridad de la Nación, en los términos del artículo 215 del Código Penal, establecen la pena de prisión perpetua, cuando el sujeto deba obediencia a la Patria por su empleo o función pública y ejecuta un hecho para someter total o parcialmente a la patria a un dominio extranjero, o indujere a una potencia extrajera a hacer la guerra contra la república. La figura de los llamados "traidores a la Patria", prevista en el artículo 227 del Código de fondo, reprime con prisión perpetua, la conducta de quienes atenten contra el orden constitucional y la vida democrática.

En tanto, no se debe obviar los delitos previstos en la Ley Nacional N° 26.200 de implementación del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Este se aplica en supuestos de crímenes de lesa humanidad, de guerra y agresión en los que resultare la muerte de una o más persona.

Cabe consignar que en la Argentina, los condenados a prisión perpetua pueden recuperar su libertad, si observando ciertas condiciones legales cuando cumplen 35 años de cárcel.

Cabe mencionar, el supuesto de la prisión por tiempo indeterminado, en los casos de reincidencia múltiple, siendo el más emblemático el de Carlos Eduardo Robledo Puch, quien está detenido desde 1972.

De tal modo, la aplicación queda al arbitrio de los magistrados basados en evaluaciones para merituar si el reo está en condiciones de recuperar la libertad o si debe seguir en prisión.