Conducta ecoica: características y cómo funciona psicológicamente y en su aprendizaje. Tipos de lenguaje y tipos de afasias (1ª parte) Conducta ecoica: características y cómo funciona psicológicamente y en su aprendizaje. Tipos de lenguaje y tipos de afasias (1ª parte)
concepto que surge a partir
de la obra de Skinner, Conducta
verbal (1957), en la
que explica cómo la imitación
es esencial para la adquisición del
lenguaje. A continuación les mostraré
qué es la conducta ecoica y de qué manera
se estudia en psicología y cómo se
desarrolla en ciencias actuales como la
neuropsicología.
Los inicios del desarrollo
del habla en la infancia
Cuando los niños son pequeños, su
lenguaje oral se compone básicamente
de sonidos y balbuceos innatos propios
de su lengua materna. Son las personas
de su entorno (especialmente los papás)
los que van moldeando las producciones
vocales del niño, mediante aproximaciones
sucesivas. Esto significa reforzar
los sonidos que se van pareciendo cada
vez más a la palabra objetivo, hasta que
ésta sea la que el niño aprende a decir, y
que se acaba incorporando en su repertorio
verbal. Así, gracias al entorno y a
medida que éstos crecen, su vocabulario
es más rico y variado. El lenguaje también
puede considerarse una conducta,
como veremos más adelante. El llamado
condicionamiento operante, que fue introducido
por Skinner, consiste en una
forma de enseñanza mediante la cual un
sujeto tiene más probabilidades de repetir
las formas de conducta que conllevan
consecuencias positivas y menos
probabilidad de repetir las que conllevan
consecuencias negativas. Este tipo
de condicionamiento es la base de muchas
conductas, entre ellas, la conducta
ecoica.
¿Qué es la conducta
ecoica?
La conducta ecoica es una conducta
verbal (por ejemplo, emitir una palabra),
que se emite ante la presencia de
un estímulo vocal y que es reforzada socialmente
por su parecido sonoro. Ecoico
significa perteneciente o relativo al
eco, es decir, al sonido. Así, por ejemplo,
decir “lapicera” cuando alguien dice “lapicera”
es reforzado con un “muy bien”
(u otra palabra que actúa como reforzador).
En palabras más sencillas, sería lo
que típicamente conocemos como “repetir”.
Estructura
Para entender un poco más cómo
se moldea este tipo de conductas, voy
a explicar la secuencia que se emplearía.
Primero aparecería un estímulo discriminativo,
que es siempre sonoro (Ej.
“decí”); después aparecería la respuesta
vocal (Ej. “lapicera”) y finalmente el
reforzador social (Ej. “Muy bien”, una
sonrisa, etc.). La conducta ecoica y el estímulo
verbal comparten lo que se conoce
como correspondencia punto-porpunto
(una similitud formal). Los discriminativos
verbales mencionados (“decí
moneda”) actuarían a su vez como una
orden verbal que al ser ejecutada (cuando
el niño dice “moneda”), ésta será reforzada
y aumentará la probabilidad de
que éste reproduzca correctamente la
palabra en el futuro. Esta secuencia que
he mencionado se iría repitiendo, y si la
respuesta vocal siempre se da después
del estímulo discriminativo, se dice entonces
que la conducta está bajo el control
de estímulos verbales. Cuando esta
estructura se entrena y se mantiene en
el tiempo, el niño acaba adquiriendo las
palabras correspondientes e incorporándolas
en su repertorio.
Las 4 etapas del desarrollo
del lenguaje
La adquisición de las capacidades de
comprensión y expresión lingüística es
un proceso acumulativo que se inicia con
el nacimiento del bebé. En cuanto llega al
mundo el bebé empieza a oír los fonemas
y a identificar las estructuras verbales que
poco a poco irá adquiriendo
por tal de comunicarse
con quienes lo rodean
y así cubrir sus necesidades.
En este artículo
describiré las etapas
del desarrollo del
lenguaje en niños
pequeños, desde
las primeras vocalizaciones
indiferenciadas
hasta
la adquisición de
los componentes
complejos del
habla que a largo
plazo permitirán
el perfeccionamiento
de las capacidades
comunicativas.








