Gioia: “Espero seguir haciendo papeles dramáticos” Gioia: “Espero seguir haciendo papeles dramáticos”
Coincidencias o no, José Luis Gioia y Guillermo Francella dejaron de lado el humor, género que los encumbró, para asumir roles más serios en “El secreto de sus ojos”. En el filme, ganador del Oscar, Gioia y Francella vislumbraron un nuevo camino a transitar. Después de “El secreto de sus ojos”, José Luis y Guillermo empezaron a aparecer más en dramas que en esas comedias picarescas en las que forjaron su historia.
Y, a diez años de haberse puesto en la piel del Inspector Báez, aquél comisario del filme de Juan José Campanella, José Luis Bellocq, nombre real de Gioia, volvió a desafiarse en un rol atípico para su carrera en la película “La Guarida del Lobo”, un thriller de de Alex Tossenberger que se proyectará mañana en el Festival Nacional de Cine Premios Termas de Río Hondo, muestra que oficialmente comienza hoy y en donde Gioia estará presente.
“Para un comediante desarrollar un papel serio es mucho más fácil que hacer comedia para un actor que se supone siempre hizo roles serios. A los comediantes nos resulta mucho más fácil hacer drama”, resaltó en una entrevista exclusiva en el Hotel Amerian Carlos V, de la “Ciudad Spa”, en donde está alojado junto con la delegación de artistas que engalanan con su presencia la muestra cinéfila santiagueña.
¿Cómo fue el proceso de transformación del comediante al actor dramático?
No fue una transformación, simplemente salí a pasear un rato fuera de mi profesión habitual que es el humor. Yo fui actor toda mi vida. Me he ido un rato del humor para hacer drama. El drama me gusta mucho. Para un comediante desarrollar un papel serio es mucho más fácil que hacer comedia para un actor que se supone siempre hizo roles serios. A los comediantes nos resulta mucho más fácil hacer drama. El humor es muy embromado porque tiene tiempos muy marcados. El humor es muy justo. Fue un muy buen descanso para mí abrirme un rato del humor y hacer drama, y aparte me gusta, me gusta mucho. Estoy teniendo una tendencia a cambiar un poquitito mi carrera sin dejar el humor. No voy a dejar al humor porque lo amo, me siento cómodo arriba del escenario, me siento cómodo haciendo comedia y humor, pero disfruto mucho de hacer papeles serios.
¿Le cuesta mucho ese cambio de registro o recurre al oficio del actor, más allá del género?
Me ha costado un poco porque he empezado en mi carrera en el drama o con los papeles serios. Esto es también porque este es un país que te encasilla mucho. Te dicen éste es el cómico, éste es el que cuenta chistes. Ni siquiera lo ven más allá. Yo soy un contador de cuentos, subo al escenario y a los chistes los actúo. Para mí, cada chiste es un paso de comedia. Cada cuento es un paso de comedia. Yo amo el cuento. Y mi estilo de humor es actuado. No se puede subir a un escenario y hacer humor sin ser actor. No es lo mismo un contador de cuentos, que también lo soy, pero en verdad soy actor de toda mi vida y que haya tomado el camino del humor es porque me gusta el humor. Hay muy buenos actores dramáticos en todo el mundo que incursionan en la comedia con frecuencia. Robert de Niro, Jack Nicholson y Dustin Hoffman son algunos de esos casos. El humor tiene sus propios códigos, su ritmo, sus tiempos, y el drama otros, pero uno es actor.
Tardó un poco para que el actor dramático emerja hasta que apareció Juan José Campanella y te ofreció un papel soñado.
Un maravilloso director que me permitió debutar en el cine dramático. Había hecho ya película picarescas con Jorge Porcel y Alberto Olmedo en los años 80, pero debutar con uno de los número uno a nivel mundial como Juan José Campanella fue algo anhelado. Además, debuté como actor dramático en una película que ganó el Oscar y que tiene en su reparto a Pablo Rago, el único actor argentino que ganó dos Oscar: primero, con la “Historia Oficial” y, luego, con “El secreto de sus ojos”. Además, aquí también debutó Guillermo Francella en un papel dramático. Un orgullo para mí haber compartido con él, con Ricardo Darín y todo el elenco. Espero seguir haciendo papeles dramáticos.








