Hernán Kriscautzky: “En el judaísmo debemos ver el mundo como que está 50% bien y 50% mal” Hernán Kriscautzky: “En el judaísmo debemos ver el mundo como que está 50% bien y 50% mal”
Hernán Kriscautzky,
Oficiante de la comunidad judía en Santiago del Estero
El rabino Israel Baal Shem Tov dijo que de cada cosa que sucede uno tiene que encontrar una enseñanza. Dice el Talmud: cuando haya epidemia guardate en tu casa. ¿Hasta cuándo? Hasta que pase. Esto es como toda situación de crisis, tengo que ver qué es lo que me viene a enseñar. Estamos frente a una situación que no entendemos; entonces, ¿qué es lo que tengo que hacer en lo personal? Me tengo que preguntar por qué produce tanta sensación de pánico, de crisis. Lógico, es por miedo a la muerte, a lo desconocido, miedo a algo que no veo y que no controlo. El pánico es porque hay un punto donde yo no creo. Si yo creyese, tuviera fe no tendría pánico.
Hay personas que no se contagian, hay personas sin síntomas, hay con síntomas, pero hasta que se revela la enfermedad pasa un tiempo. Entonces, cuáles son algunas de las medidas fuertes que plantean desde la Medicina para que esto se expanda: aislar, separar.
¿Qué es lo que multiplica la enfermedad? La cercanía con el otro. Cuando te dicen que te tienes que aislar y estás en desacuerdo es porque piensas en vos y no en el otro. Lo que viene a decirnos esto es que hay un problema de solidaridad, que si no revé esa actitud el mundo se está autodestruyendo. La actitud egoísta lleva a la destrucción de la humanidad. La actitud solidaria es la que lleva a la salvación. La palabra clave es solidaridad y la solidaridad es un concepto muy fuerte y la estamos aprendiendo a partir de una acción negativa: no ir, no salir, me tengo que guardar para guardarte a vos. ¿Para qué pasa esto? ¿Para que me sienta encerrado o porque me están cuidando y yo puede que esté cuidando al otro? Estamos intentando ser solidarios al no ser alguien que transmita la enfermedad.
¿Por qué debo aislarme? Porque tengo que ocuparme de mí y de los otros. Hay otra cosa que podemos aprender de la situación. Ahora están cerradas las fronteras, no hay aviones que vienen de afuera, pero aparecen brotes en barrios y suena la alarma y donde estuvieron y se rastrea todo, y resulta que estoy cuidando el afuera y no soy consciente del adentro. Y puedo entender el sentido profundo de esta idea: aprender a poner un límite afuera, ver qué pasa adentro también”.
En el judaísmo debemos ver el mundo como que está 50% bien y 50% mal. O sea, que cada acción que yo haga puede inclinar la balanza. Aprovechemos este tiempo, quedándonos en casa, mientras me ocupo de mí y de los demás”.








