La bandera argentina y la de EL LIBERAL, en la histórica plaza La bandera argentina y la de EL LIBERAL, en la histórica plaza
“Hermanos y hermanas, buenos días”, dijo en italiano ante una multitud entregada, que lo ovacionó y coreó su nombre, con la sencillez que le caracteriza el Sumo Pontífice, al asomarse a la ventana de su estudio del palacio pontificio, en donde destacó la necesidad de los católicos de reunirse, saludarse y hablarse los domingos.
“Siento una emoción indescriptible”, dijo Gabriel Solís, un argentino de 33 años, que como miles de compatriotas asistió a la segunda aparición pública del sucesor de Benedicto XVI, quien el mes pasado tomó la decisión histórica de renunciar.
“Va a traer mucha paz porque se le ve muy humilde, muy espontáneo. Se siente más cerca de la gente. Con el Papa que estaba antes no se sentía esto”, agregó.
“Necesitábamos un Papa que tuviera otro carisma”, explicó por su parte sor Luisa, una joven religiosa chilena que hacía ondear con entusiasmo una bandera de su país, convencida de que Francisco atraerá a los jóvenes, que son “la fuerza de la Iglesia”.
“Es el Papa de todos, no es más argentino”, afirmó con sumo entusiasmo Diego Delfina, un operario argentino de 33 años que vive en Ancona, en medio de un mar de banderas, la mayoría argentinas, pero también de México, Perú, El Salvador, Chile o Brasil.
“Espero que cambie muchas cosas en una Iglesia justamente criticada”, agregó en medio de una muchedumbre entusiasta que corea sin cesar “¡Viva el Papa! ¡Viva el Papa!”.l









