El politólogo Lucas Romero, director de la consultora Synopsis, mantuvo un diálogo exclusivo con ELLIBERAL. Tras una semana que marcó un contexto político que volvió a espesarse para el oficialismo, analizó las internas de LLA, además de la situación del PJ, Cristina, Massa y Alberto.
"Milei tenía que ordenar la economía antes que se le desordene la política" "Milei tenía que ordenar la economía antes que se le desordene la política"
El politólogo Lucas Romero, director de la consultora Synopsis, analizó en diálogo con ELLIBERAL, el contexto actual luego de los últimos reveses sufridos en el Congreso esta semana por el Gobierno. Esa situación desnudó, otra vez, la falta de pericia policía, pero, además, la aparición de una oposición fragmentada, pero, oposición al fin que hizo naufragar una iniciativa oficial y aprobó una iniciativa para mejorar salarios de los jubilados, a la cual el Presidente anticipó que va a vetar.
¿Qué demuestra el rechazo legislativo de esta semana al DNU que ampliaba fondos para la Side y la suba del 8% en las jubilaciones?
Recuerda que uno de los rasgos más sobresalientes de todo este proceso político es la restricción decisional que opera sobre este Ejecutivo o la condición de minoría del gobierno. Milei tenía que ordenar la economía antes de que se le desordene la política, bueno esta semana el Estimador Mensual de Actividad Económica, el Emae del indec advierte que el proceso de ordenamiento económico se está demorando más de lo esperado por el Gobierno. Lo que ocurrió en el Congreso nos advierte que el proceso de desorganización de la política va a avanzar, probablemente en la medida en que el Gobierno no logre ofrecerle a la opinión pública resultados económicos y de esta manera mantener estable el nivel de apoyo social a sus acciones. Las claves son cuál es la velocidad y el éxito que puede tener el Gobierno en ordenar la economía y cuál es la velocidad y el éxito que pueda tener el Gobierno en postergar la desorganización política.
¿El oficialismo no aprendió con la Ley de Bases que deberá negociar en el Parlamento o no quiere hacerlo?
Es interesante preguntarse cuál ha sido el rol de Guillermo Francos tras la sanción de la Ley de Bases porque había sido una figura relevante que contribuyó al éxito de sacar las leyes del Congreso para el Gobierno. Pero, parece haber pasado a un segundo plano. En esta etapa, al Gobierno se le ha complicado la relación con el resto de los actores políticos. Y para que la acción de gobierno pueda lograr los objetivos que se propone, es necesario que haya una gestión política. Que haya una buena administración de las relaciones con el resto de los actores. Ello implica que esa gestión de relaciones contribuya al éxito de alcanzar objetivos para el Gobierno. Da la sensación que eso no está ocurriendo. Quizá tenga que ver con que Francos no ocupa un rol protagónico en la gestión política, siendo el más experimentado.
¿Hacia qué esquemas de acuerdos políticos avanza la oposición? La UCR probó que puede tender puentes con el kirchnerismo, ¿puede llegar a ser una alianza política?
Es muy difícil prever qué características va a tener la organización de la oposición. Por lo pronto, lo que sí está ocurriendo es que a diferencia de lo que veíamos a comienzo de ciclo, la oposición pareciera sentirse con más margen para ofrecer resistencia política al Gobierno. Todo lo que ha ocurrido en el Congreso esta semana así lo advierte. Y probablemente en la medida en que empiece a permear en la opinión pública una sensación de disconformidad de lo que el Gobierno está ofreciendo como resultados, esto probablemente le amplíe márgenes de acción a la oposición para ofrecer resistencia. Y en esa resistencia por momentos coordinada, por momentos disputada entre diferentes actores, se construirá la forma en que se presente en la disputa electoral del 2025. Queda claro que no hay una oposición, sino varias. Distinguiría a 3: la oposición peronista, obstruccionista de la acción de Gobierno. La dialoguista, pero no aliada al gobierno que pudieran ser radicales y peronistas disidentes y el PRO que atraviesa estas últimas semanas una relación de tensión y de disputa con el Presidente por las críticas que Macri enarboló en relación al entorno y la capacidad de gestión que está demostrando el gobierno. Este vínculo es un vínculo que se ha deteriorado y que no se puede pronosticar si realmente va a confluir a un acuerdo político para la elección de 2025. La relación de LLA y el PRO, si uno tuviera que atenerse al sistema de incentivos, da la sensación que conspira para que haya un acuerdo político entre Macri y Milei. Porque Milei pareciera no necesitar a Macri o no le alcanza con Macri para resolver sus problemas de gobernabilidad. Y Macri pareciera no tener un incentivo claro respecto de subirse o integrarse al Gobierno, subirse a este barco sin saber si este barco va a ir a buen puerto, con lo cual quizá allí estén las razones por las cuales empezamos a ver alguna tensión y alguna discusión entre estos dos actores, tan relevantes como para poder saber si el gobierno va a tener capacidad o no de sortear los obstáculos que le presenta su condición de gobierno en minoría.
"El peronismo está sufriendo una crisis de reputación"
¿Se recompondra el PJ? O puede llegar a las próximas legislativas con las fragmentaciones que muestra hoy?
El peronismo está en un un proceso complejo, sufriendo una crisis de reputación como consecuencia de los resultados de gobierno del Frente de Todos, profundizada por todas estas desventuras de Alberto Fernández. En este contexto además es un partido sin liderazgo, no tiene resuelto las autoridades del partido, eso podría resolverse eventualmente en una elección interna de fines de noviembre. Aún no está claro si va a haber elección interna o una candidatura de consenso. Pero en todo caso hay una crisis de reputación por superar, de lo cual la forma en que se supere esa crisis depende de cuál sea la predisposición de renovación o regeneración que tenga el peronismo para con la sociedad. Cuesta pensar que ese proceso de reconciliación con una sociedad que cuestiona al peronismo por los resultados ofrecidos, sobrevenga si el peronismo no ofrece la sanción como un factor reparador de ese vínculo, la sanción de aquellos responsables de haber llevado al peronismo a esta circunstancia.
Si Cristina Kirchner, Sergio Massa o las personas que protagonizaron la coalición del Frente de Todos siguen siendo los que aspiran a protagonizar y liderar al peronismo, al peronismo le va a costar reconciliarse con aquel sector de la sociedad que le permitiría volver a construir mayorías electorales ganadoras. Ahora, si la elección interna de fines de noviembre plantea un escenario de renovación, uno podría pensar que a lo mejor el proceso de reconciliación sea más rápido y el peronismo pueda llegar en forma competitiva el año próximo. Lo que sí está claro es que Cristina Kirchner no pareciera tener intenciones de correrse, y pareciera ir ganando en este último tiempo, algunas razonas y motivos para pensar que Cristina Kirchner va a estar involucrada en el liderazgo del peronismo en el corto y mediano plazo, lo cual hace pensar que esto va a ser una dificultad para el peronismo porque en algún punto de toda esa mala reputación de la que hablamos, obedece al protagonismo que sigue teniendo Cristina, una figura muy cuestionada por un sector mayoritario de la sociedad en el liderazgo dentro del peronismo, con lo cual quizá una cosa esté atada a la otra el rol que tenga Cristina es la mayor o menor dificultad que tendrá el peronismo para poder reconciliarse con el sector de la sociedad con el que necesita reconciliarse para volver a pensar en escenarios de triunfo electoral.
"Es una posibilidad cierta que tengamos mayor conflictividad social hacia fin de año"
¿Esta última parte del año pueden aflorar tensiones sociales que no estuvieron presentes en la primera parte del año pese a que ahí fue el efecto más fuerte del ajuste?
Efectivamente, los fines de año siempre son complejos desde lo social, quizá en un contexto donde la sociedad ha tenido cierta paciencia para darle tiempo al gobierno para ofrecer resultados. No hemos visto demasiada conflictividad social en un momento en el que las condiciones económicas se han deteriorado, ¿pudieran emerger el conflicto social con más fuerza hacia fin de año?. Sí, porque todavía no vemos un proceso de recuperación económica que pudiera ser atenuante de esa probabilidad sino todo lo contrario. Seguimos viendo indicadores de la actividad económica que nos alerta que la situación pudiera ser no lo beneficiosa o deseada que pudiera esperar el gobierno además de algunos indicadores propios de la economía que nos alertan de cierta dificultades económicas, como por ejemplo la caída de consumo que se ha vuelto un factor de preocupación. Porque ya estamos viendo datos de agosto que siguen marcando caídas en el consumo lo cual pudiera suponer que esto es indicativo que la gente pudiera no estar contenta con los resultados económicos que se han obtenido hasta aquí, así que es una posibilidad cierta que tengamos mayor conflictividad social hacia fin de año, eso dependerá de cuál sea la dinámica económica de acá hasta fin de año. Pero en todo caso es un riesgo que enfrentará el gobierno en un contexto en el cual pareciera estar afrontando la necesidad de recalibrar su programa económico como consecuencia de algunas dudas que han emergido en el mercado sobre la sustentabilidad de los logros económicos alcanzados por este programa. Habrá que ir viendo de qué manera se resuelve toda esta actividad económica y de qué manera esto impacta en tener una mayor conflictividad social hacia fin de año.
¿Qué visión tiene sobre el caso Alberto Fernández y cuánto más puede complicar al peronismo esta situación de denuncias por violencia de género y escándalos con su ex pareja?
La situación de Alberto Fernández es un factor que profundiza la crisis de reputación que enfrenta el peronismo, naturalmente fue el presidente de la alianza peronista que gobernó la Argentina hasta el 10 de diciembre. Además, le está agregando novedades a la mala reputación del presidente que ya tenía una mala reputación por los malos resultados de gobierno y con algunos hechos del pasado. Acá aparecen novedades que no estaban previstas en la expectativa pública y que esto pudiera profundizar no solo la crisis de reputación que sufre Alberto Fernández sino también la crisis de reputación que sufre el peronismo y quizá, en menor medida, la crisis de reputación que sufre la dirigencia política en términos generales. ¿Puede ser esto un factor que ayude al gobierno? Por los datos que registramos en nuestro estudio de agosto, no pareciera ser este el caso. Pero sí pudiera ser un factor que complejice mucho más el futuro del peronismo, entendiendo que el peronismo tiene que conquistar o re seducir sectores que se están haciendo de estas novedades tan condenables y cuestionables como son la violencia de género ejercida por Alberto Fernández contra su mujer y ex primera dama con lo cual diría que profundiza la crisis de reputación del peronismo, le complica la posibilidad de reconciliarse con sectores sociales que necesita reconciliarse para volver a pensar en un peronismo ganador.