Por Cintia Suárez.
Hasta siempre Papa Francisco Hasta siempre Papa Francisco
La noticia que no quería recibir llegó esta madrugada. A las 04:52, la Sala Stampa della Santa Sede envió un escueto mensaje a los periodistas: "En breve comienza una transmisión en directo desde la capilla de la Casa Santa Marta". Minutos después llegó el comunicado oficial: el papa Francisco había muerto.
Desde su última internación, el mundo seguía con atención su estado de salud. Su Pascua coincidió con la de Jesús.
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La Argentina, y en particular, Santiago del Estero, le debe mucho al papa Francisco. En este momento es imposible no recordar la canonización de Mama Antula, el 11 de febrero de 2024, en una ceremonia exclusiva en la capilla papal de la Basílica de San Pedro. Fue un gesto profundamente simbólico del papa Bergoglio para con la primera santa argentina, pero también para todos los santiagueños.
Pocos meses después, llegaría la restitución de la primatura a la diócesis de Santiago del Estero, un acto de justicia histórica. Y cómo olvidar cada mensaje, cada video que enviaba a la Madre de Ciudades con motivo de celebraciones religiosas: la Fiesta de la Virgen de Huachana, aniversario de la diócesis de Añatuya, las peregrinaciones en honor a Mama Antula, y tantos otros momentos a lo largo de estos doce intensos años de pontificado.
La madrugada de este día nublado amaneció con la triste noticia de su muerte, pero también con una avalancha de mensajes de amigos, colegas, conocidos. Conmueve el silencio dolido de quienes trabajaron a su lado, de aquellos colaboradores fieles cuyas voces y rostros no figuran en los medios. Hoy no encuentran palabras para expresar su pesar.
Mientras escribo estas líneas, me preparo para viajar a Roma. Un viaje previsto desde el año pasado, que ahora adquiere otro: despedir para siempre al papa Francisco.
Personalmente, creo que ha muerto un santo.
