Ligia San Germés a EL LIBERAL: "Don Pedro San Germés no se suicidó, tuvo una muerte accidental"

Hoy, a las 19.30, en el Instituto Superior del Profesorado Provincial N° 1, se realizará el conversatorio sobre don Pedro San Germés, el industrial francés que forjó la industria azucarera en Santiago del Estero y de quien se afirma que se habría suicidado arrojándose de la parte superior del trapiche de su ingenio a raíz de deudas.

Las disertantes serán la doctora María Mercedes Tenti y dos descendientes de Pedro San Germés: Beatriz Somerville y Ligia V. San Germeés. EL LIBERAL entrevistó a Ligia, quien fue terminante al sostener que Pedro San Germés no se habría quitado la vida, sino que su muerte fue un accidente.

Además, anoche, Ligia se reunió con autoridades de la Alianza Francesa, filial Santiago del Estero, para estrechar vínculos.

-¿Qué temas puntuales desarrollarán en el conversatorio?

-Yo, por haber encontrado, dentro de la familia, el tema de la fotografía. Mi prima lo hará en función del legado que ha recibido a través de la familia. La doctora Tenti sobre el conocimiento histórico que tiene en base a sus investigaciones.

-¿Don Pedro San Germés se suicidó?

-Vamos a cerrar este tema, casi institucional, de decir que don Pedro no se suicidó, sino que él, realmente, tuvo una muerte accidental. Hay otros factores que también andan dando vuelta con el tema de una deuda por la que se habría suicidado. Vamos a dar a conocer toda esta nueva información que se tiene respaldada con documentación original, escrita de puño y letra. Ahora, vamos reconstruyendo la historia real, la verídica. Sabemos que él nació en 1841, en Francia y que a los 17 años vino a la Argentina. Ahora sabemos que tenía 17 años cuando vino a la Argentina con otros tres hermanos. Se instalaron primero en Buenos Aires, después en Rosario y siguieron el recorrido hasta Tucumán. Luego, Pedro, Juan y José se vinieron para Santiago del Estero con las inversiones nuevas que traían.

-¿Por qué cree que se habló de un supuesto suicidio?

-El saber popular tiene esta cuestión: nadie dijo nada, a lo mejor la familia se cerró. Es decir, "no vamos a decir qué pasó, no vamos a hablar de la deuda". Yo no puedo decirlo porque no sé de qué se trataría todo esto, pero hay una información cerrada, seguramente, porque tampoco transcurrió la familia por Santiago. Mi papá nació en Tucumán, en 1917, y después se va a vivir a Rosario. A partir de ahí hay un silencio.

-¿Su papá le contó acerca de don Pedro San Germés?

- Mi papá me contó algo de un ingenio, pero vagamente. Esto del suicidio siempre dio esta imagen de vergüenza y no se aclaró sobre este tema hasta que se encontró, y que la doctora Tenti también encontró, la información del acta de don Pedro fallecido y enterrado bajos las normas de la Iglesia Católica que eso implica que él no se suicidó.

-¿Qué significa para usted, como familiar de don Pedro, que se realicen este tipo de conversatorios?

-Conocer la historia de propia palabra de la familia es importante. A mí se me pone la piel de gallina porque, aparte, uno tiene la posibilidad de conocer gente como Heidi (Rótulo de Arnedo, escritora, docente, poetisa santiagueña). La ciudad de Santiago es una ciudad de gente de puertas abiertas. Todos son receptivos a recibir esta información. Todos tienen algo que ver: "yo sabía", "mi papá hizo y trabajó allí". Esta historia que viene de la raíz de la familia está muy enraizada en Santiago del Estero y todo esto hace que sea muy enriquecedor. Para mí es muy enriquecedor.

-¿Cuál es el aporte a las nuevas generaciones?

-Que puedan separar las aguas. Lo que es saber popular se respeta como saber popular. Esto es inobjetable. El saber popular es saber popular. Yo no me voy a parar delante de todo el mundo y decir "don Pedro no se suicidó" porque todo el mundo supone que se suicidó. No voy a andar blandiendo un acta. A mí, como familia descendiente, si trae paz porque es un cimbrón dentro de la familia. Las investigadoras van encontrando información a partir de que se conoce esto que él, hasta poco tiempo antes de morir, estuvo presentando proyectos para hacer cosas en Santiago del Estero.

-¿Y el legado que deja?

-Es esto, justamente, todo esto que él impulsó. Saber que no fue un suicidio sino un accidente. Una muerte accidental es dejar trunca muchas cosas, pero él dejó una huella, un rastro de lo que él, realmente, veía y sentía para seguir haciendo acá en Santiago del Estero a pesar de que su industria, que su gran impulso del ingenio, no había resultado como negocio como ellos lo esperaban. En función de eso, quiso dejar esta huella de estos franceses que pertenecieron a una generación que vino a hacerse la América.